2 de diciembre de 2003

REINCIDENTES


               Julián Alonso Martín

(Jaque Práctica nº 16)    

Si siempre se ha dicho que “el hombre es el animal que tropieza dos veces en la misma piedra”, no puede extrañarnos que el ajedrecista, hombre al fin y al cabo, se equivoque repetidamente sobre el tablero. Los jugadores luchan denodadamente contra el error; pero no pueden deshacerse de él de manera definitiva. Resulta chocante, no obstante, comprobar que algunos jugadores cometieron la misma equivocación, repitieron idéntico error, en dos ocasiones distintas. Hemos querido reunir aquí algunos de esos sucesos y considerar sus circunstancias.



En la primavera del año 1905, a Mihail Chigorin (1859-1908) le diagnosticaron una diabetes crónica  que, unida a la cirrosis que también padecía, terminaría llevándole a la tumba apenas tres años más tarde.  Los buenos resultados deportivos, a partir de aquel momento, abandonaron al “padre del ajedrez ruso”. Entre el 12 de junio y el 18 de julio del  año citado se desarrolló en Ostende el primero de la serie de los torneos que dieron fama, en los comienzos del siglo XX, a la ciudad  belga del mar del Norte. Chigorin ocupó la 13ª posición (penúltimo) y, en una competición a doble vuelta, cosechó  16 derrotas en total.

     
Chigorin


La partida que le enfrentó, en la décimo octava ronda, al inglés Amos Burn (1848-1925) tuvo el siguiente brevísimo desarrollo:

M. Chigorin – A. Burn
Ostende, 1905

1.e4 e5 2.f4 ¥c5
 Una forma de declinar la invitación del Blanco: se impide el enroque y se ejerce una cierta presión en el centro.
3.¤f3 d6 4.c3 ¤f6 5.¥c4 ¤c6 6.d3 Más consecuente resulta 6.d4
 6...0–0
XABCDEFGHY
8r+lwq-trk+(
7zppzp-+pzpp'
6-+nzp-sn-+&
5+-vl-zp-+-%
4-+L+PzP-+$
3+-zPP+N+-#
2PzP-+-+PzP"
1tRNvLQmK-+R!
xabcdefghy

7.£e2 ¦e8 8.f5
 Hubiera sido preferible realizar este avance en la jugada anterior. Ahora es demasiado tarde y se conceden interesantes posibilidades de abrir el juego al adversario.
8...d5! 9.¥b3
 Sería muy arriesgado intentar 9.exd5, debido a la respuesta 9...e4
9...¥xf5! 10.¥g5
 En caso de 10.exf5, sería decisiva 10...e4.
10...dxe4 11.dxe4 ¥xe4 12.£c4
 Las negras tienen dos peones de ventaja. No es mejor la continuación 12.¥xf6 ¥xf3 13.¥xd8 ¥xe2, pues si las blancas quisieran ahora disminuir la ventaja material con 14.¥xc7, la respuesta... 14...¥d3, deja al segundo jugador con aplastante superioridad.
12...£d5
 Sellando el destino de la partida. Las blancas  no tienen nada que hacer... y cometen un gravísimo error.
13.£b5??
 Antes de ver la respuesta...

13...¥f2+, las blancas ya habían abandonado.
   
Un año más tarde, en la misma ciudad belga, el torneo se disputó con una extraña fórmula de eliminatorias. El organizador era Isidor Gunsberg (1854-1920) quien sostuvo con el maestro ruso un match –empatado- en La Habana 1890. De ahí, probablemente, la invitación...  Pero Chigorin no llegó a jugar ni la segunda fase.... Entre las pocas partidas que disputaría encontraremos la que le enfrentó a Amos Burn, el mismo adversario que tan estrepitosamente le había derrotado en la edición anterior....
[Event "Ostend"] [Site "Ostend"] [Date "1905.??.??"] [Round "18"] [White "Chigorin, Mikhail"] [Black "Burn, Amos"] [Result "0-1"] [ECO "C30"] [Annotator "JP16_01"] [PlyCount "25"] [EventDate "1905.??.??"] [EventType "tourn"] [EventRounds "26"] [EventCountry "BEL"] [Source "ChessBase"] [SourceDate "1999.07.01"] 1. e4 e5 2. f4 Bc5 3. Nf3 d6 4. c3 Nf6 5. Bc4 Nc6 6. d3 O-O {Diagrama [#]} 7. Qe2 Re8 8. f5 d5 9. Bb3 Bxf5 10. Bg5 dxe4 11. dxe4 Bxe4 12. Qc4 Qd5 13. Qb5 0-1

M.Chigorin – A.Burn
Ostende , 1906
1.e4 e5 2.f4 ¥c5 3.¤f3 d6 4.¥c4 ¤f6 5.c3 0–0 6.d3 ¤c6
XABCDEFGHY
8r+lwq-trk+(
7zppzp-+pzpp'
6-+nzp-sn-+&
5+-vl-zp-+-%
4-+L+PzP-+$
3+-zPP+N+-#
2PzP-+-+PzP"
1tRNvLQmK-+R!
xabcdefghy

Con una ligera transposición de jugadas, la partida ha llegado a la misma posición que los dos mismos adversarios tuvieron un año antes en este mismo torneo. A partir de aquí ¡repitieron uno a uno los mismos movimientos de entonces!...

7.£e2 ¦e8 8.f5 d5 9.¥b3 ¥xf5 10.¥g5 dxe4 11.dxe4 ¥xe4 12.£c4 £d5 13.£b5 ¥f2+ ... y las blancas abandonaron.

    Evidentemente, Chigorin había perdido muchas de las facultades que le situaron, un tiempo atrás, cerca de la cumbre del ajedrez.

Durante el año 1912, el judío-polaco Akiba Rubinstein (1882-1961) ganó el primer premio de 5 torneos consecutivos. La calidad de su juego le situaba como el candidato más idóneo al título que, por entonces, disfrutaba E. Lasker. Sin embargo, después de la Primera Guerra Mundial (1914-18), las cosas fueron bien distintas... Su sistema nervioso se vio seriamente alterado y los logros deportivos sufrieron frecuentes altibajos. La calidad de su juego también se resintió: sufría momentos de completo agotamiento en los que cometía irreparables errores...


Rubinstein     

En Bad Kissingen, empató con el holandés Euwe para el 3º/4º puesto, después de perder,  calamitosamente, la siguiente partida:

M. Euwe - A. Rubinstein
Bad Kissingen, 1928
1.¤f3 d5 2.c4 e6 3.d4 ¤f6 4.¥g5 ¤bd7 5.e3 ¥e7 6.¤c3 0–0 7.¦c1 c6 8.¥d3 a6 9.cxd5 exd5 10.0–0 ¦e8 11.£b3 h6 12.¥f4       Este, al parecer, "blando"  movimiento encierra una trampa. Las blancas tientan a su rival haciéndole creer que ahora puede deshacerse del alfil que corre por casillas negras.

12...¤h5?



XABCDEFGHY
8r+lwqr+k+(
7+p+nvlpzp-'
6p+p+-+-zp&
5+-+p+-+n%
4-+-zP-vL-+$
3+QsNLzPN+-#
2PzP-+-zPPzP"
1+-tR-+RmK-!
xabcdefghy

13.¤xd5! ¤xf4
 Pues claro está que si 13...cxd5, sigue 14.¥c7 ganando la Dama.

14.¤xf4  y las blancas, con un peón de ventaja, terminaron ganando.

    Tal “despiste” y la consiguiente derrota en la partida que acabamos de reproducir, han sido puestas de manifiesto muchas veces por todos los que escriben algo sobre ajedrez; y, siempre, para compararla con otra que se produjo en la penúltima ronda del famosísimo torneo que ganara Alekhine con 3,5 puntos de ventaja sobre Nimzowitch, su inmediato seguidor, gracias, en parte, al “regalo” que recibiera del inestable Rubinstein:
[Event "Bad Kissingen"] [Site "Bad Kissingen"] [Date "1928.??.??"] [Round "5"] [White "Euwe, Max"] [Black "Rubinstein, Akiba"] [Result "1-0"] [ECO "D63"] [Annotator "JP16_02"] [PlyCount "109"] [EventDate "1928.08.12"] [EventType "tourn"] [EventRounds "11"] [EventCountry "GER"] [Source "ChessBase"] [SourceDate "1999.07.01"] 1. Nf3 d5 2. c4 e6 3. d4 Nf6 4. Bg5 Nbd7 5. e3 Be7 6. Nc3 O-O 7. Rc1 c6 8. Bd3 a6 9. cxd5 exd5 10. O-O Re8 11. Qb3 h6 12. Bf4 Nh5 {Diagrama [#]} 13. Nxd5 Nxf4 14. Nxf4 Bd6 15. Ne2 Qb6 16. Nd2 Qxb3 17. Nxb3 Nf6 18. Nc5 Nd7 19. Ne4 Bf8 20. N2g3 g6 21. Rc2 Rd8 22. Bc4 Nb6 23. Bb3 a5 24. a3 a4 25. Ba2 Kg7 26. Rfc1 Nd5 27. Nc5 Nb6 28. Nd3 Bd7 29. h4 h5 30. Ne5 Be8 31. Ne4 f6 32. Nd3 Bf7 33. Bxf7 Kxf7 34. Nec5 Ra7 35. Rb1 Nd7 36. Rc4 Nxc5 37. Nxc5 Bxc5 38. Rxc5 Ke6 39. Rbc1 Rd5 40. Rxd5 Kxd5 41. Rc5+ Kd6 42. Kf1 Ra6 43. Ke2 Rb6 44. Rc2 Rb3 45. Kd2 Ke6 46. Kc1 Kf5 47. Rc4 g5 48. hxg5 fxg5 49. Rxa4 Rb5 50. Rb4 Ra5 51. Rxb7 h4 52. Kd2 g4 53. Ke2 c5 54. Rh7 Kg5 55. f4+ 1-0

A. Alekhine - A. Rubinstein
San Remo, 1930
1.d4 d5 2.¤f3 ¤f6 3.c4 e6 4.¥g5 ¤bd7 5.e3 ¥e7 6.¤c3 0–0 7.¦c1 ¦e8 8.£c2 a6 9.cxd5 exd5 10.¥d3 c6 11.0–0 ¤e4 12.¥f4 f5?

13.¤xd5 ¥d6
  Como en la partida anterior no podía capturarse el Caballo, 13...cxd5, pues ello permitiría 14.¥c7. Las negras están perdidas y el triunfo de Alekhine fue sólo cuestión de técnica.

  De esta forma, el vigente campeón del mundo casi se vio “obligado”(¡?) –tan fácil se lo pusieron- a conseguir una victoria más en un torneo que ya lideraba con holgura. Rubinstein quedó en tercer lugar.

    El siguiente caso al que vamos a referirnos, nos fue revelado por un artículo del mismo protagonista en la revista alemana SCHACH ECHO del año 1957. Victor Soultanbeieff (1895-1972) había sido oficial del ejército zarista y huyó a  Bélgica durante la guerra civil que siguió a la revolución bolchevique. Encontró trabajo en Lieja y, aunque no disfrutó de facilidades para practicarlo, mantuvo siempre contactos con el ajedrez.
          
  
                                           

Soultanbeieff


Durante 1923, se produjo su primera participación en un campeonato nacional belga. En 1926 intervino, por primera vez, en un torneo internacional. La siguiente es una de las partidas de este certamen.

Koltanowski - Soultanbeieff
Spa, 1926
1.d4 ¤f6 2.¤f3 e6 3.c4 ¥b4+ 4.¥d2 £e7 5.£c2 d5
Una interesante continuación podría haber sido: 5...¤c6 6.e4 d6 7.¤c3 e5 8.d5 ¤d4 6.a3 ¥xd2+ 7.¤bxd2 ¤bd7?


El conductor de las negras acaba de cometer un error considerable. Tanto
7...0–0; como 7...c6, eran preferibles.
8.cxd5 ¤b6
Estaba claro que a 8...exd5, seguía 9.£xc7.

9.dxe6 ...y se rindieron las negras.

    Apenas 3 meses más tarde los mismos contendientes, líderes del momento del ajedrez belga, volvían a encontrarse en otro torneo internacional, ahora fuera de sus fronteras , con los mismos colores de piezas. Y la partida transcurrió así:

Koltanowski - Soultanbeieff

Hastings, 1926-27
1.d4 d5 2.c4 e6 3.¤c3 ¤f6 4.¥g5 ¥e7 5.e3 ¤bd7
  Causará problemas.

6.¤f3 h6 7.¥h4 0–0 8.¦c1 ¤e4?
  Según relata el mismo Soultanbeieff, en este momento Koltanowsky le miró y le dijo: -¿Cómo? ¿Otra vez?-

9.¥xe7 £xe7  

Se llega así a una posición con características muy similares a las del diagrama de la partida anterior.

10.cxd5 ¤xc3 11.¦xc3 ¤b6 12.dxe6
... y las negras volvieron a entregarse.

Entre Max Euwe y Jan Timan, el mejor jugador nacido en Holanda fue, sin duda, Hein Donner (1927-1988). En 1952 ya había conseguido el título de Maestro Internacional. Curiosamente, sin embargo, “sus resultados contra otros jugadores holandeses no fueron el aspecto más brillante de su carrera” (Hans Ree). He aquí una muestra.

Van den Berg - Donner
Venedahl, 1955
1.e4 c5 2.¤f3 d6 3.d4 cxd4 4.¤xd4 ¤f6 5.¤c3 a6 6.¥g5 e6 7.f4 ¤bd7
  Una jugada que pretende dominar la casilla e5, pero que no siempre consigue evitar el avance del peón blanco.

8.£f3 £c7 9.0–0–0 ¦b8
  Prepara la expansión en el flanco de Dama, aunque es demasiado lento. Por su retraso en desarrollo, quizás fuera más aconsejable 9...¥e7

10.¥d3 b5 11.¦he1
11...¥e7
  Parece que Donner concibió  la idea de sacrificar una pieza,  como veremos más adelante, cuando hizo esta jugada .

12.e5 b4
  Las negras no pueden continuar 12...dxe5 13.fxe5 ¤xe5? , debido a 14.¦xe5 £xe5 15.¥f4.

13.exf6 bxc3 14.¤xe6!
  El conductor de las blancas sólo había pensado en 14.fxe7 ¦xb2 15.¤b3 ¦xa2 , con la amenaza 16... £a5 Pero, sorprendido por el movimiento de su rival, se vió obligado a abandonar. En efecto: si 14...fxe6 15.£h5+ g6 16.¥xg6+ ¢f8 17.¥h6+ ¢g8 18.¥ f7# .
  Si no quiere aceptar el sacrificio y desplaza la Dama, por ejemplo 14...£b6 , entonces podría seguir 15.¤xg7+ ¢f8 16.fxe7+ ¢xg7 17.¥h6+ ¢xh6 18.£h3+ ¢g7 19.£g4+ ¢h6 20.£g5#.

Diez años más tarde, los mismos contendientes volvieron a encontrarse. Para entonces, Hein Donner ya estaba en posesión –1959- del título de GM...

             
Donner

Van den Berg - Donner
Noordwijk, 1965
1.e4 c5 2.¤f3 d6 3.d4 cxd4 4.¤xd4 ¤f6 5.¤c3 a6 6.¥g5 e6 7.f4 ¤bd7 8.£f3 £c7 9.0–0–0 ¦b8 10.¥d3 b5 11.¦he1

Hasta aquí, ambos jugadores habían repetido los movimientos de su anterior enfrentamiento. En este momento Donner cambió su jugada por

11...b4
... y perdió más rápidamente.

12.¤d5!
  Un tipo de sacrificio que, para entonces, ya se había visto muchas veces sobre el tablero y del que, según parece, Donner se había olvidado.

12...£b7
  En caso de 12...exd5 13.exd5+ ¥e7 14.¤c6 0–0 15.¦xe7 ( amenazando tomar en b8 y también destrozar la posición real tomando en f6). Si siguiera 15...£b6 podrían, contemplarse continuaciones como: 16.¦xd7! ¤xd7 17.¥xh7+ ¢xh7 18.£h5+ ¢g8 19.¤e7# El desplazamiento de la Dama negra que hace Donner permite un divertido final.

13.¥xa6! Abandonan.

   ¿Tan poca huella deja la derrota en la memoria? Si juzgamos por el siguiente caso... Un torneo blitz a doble vuelta organizado en Viena 1920 por el Club de Ajedrez Carl Schlechter tuvo como ganadores a Ricardo Reti y a Sandor Takács (1893-1932), un jugador húngaro que participaría luego en importantes torneos de los años veinte. En el triunfo compartido tuvieron un peso decisivo estas dos “experiencias”:

Sandor Takács - Josef Krejcik
Viena (blitz), 1920
1.c4 ¤f6 2.d4 e5 3.dxe5 ¤g4 4.£d4 d6 5.exd6 ¥xd6 6.£xg7 ¥e5

Reproduciendo una posición tan semejante a la anterior que llenó de sonrojo al repetidor del desaguisado.

   En el juego por correspondencia se producen circunstancias que no suelen darse en las competiciones disputadas directamente sobre el tablero. Quienes juegan por correo pueden llevar varias decenas de partidas simultáneamente y, basándose en análisis erróneos, “hundirse” en dos juegos a la vez sin darse cuenta de que van camino del mismo precipicio. Esta parece la explicación de lo sucedido a Zoltan Sarosy, jugador canadiense que participaba en el III Campeonato de Norteamérica por Correspondencia. En el desarrollo que sigue, el jugador citado conduce las piezas negras:

1.e4 e5 2.¤f3 ¤c6 3.¥b5 a6 4.¥a4 ¤f6 5.0–0 b5 6.¥b3 ¥b7 7.¦e1 ¥c5 8.c3 d6 9.d4 ¥b6 10.¥g5 h6 11.¥h4 £e7
 Las negras abren la posibilidad de enrocar en cualquiera de los dos flancos...

12.a4
 ... y las blancas se adelantan para abrir la posición del lado de Dama.
12...g5
 Más convincente hubiera sido 12...0–0 
13.¥g3 0–0–0?
 Error que pierde la partida.
14.axb5 axb5 15.¤a3 ¤a5
 Parece mejor 15...¤a7 
16.¥c2 b4?
 Era preferible 16...h5 para buscar un cierto contrapeso en el otro ala. La jugada de las negras facilita la tarea de su rival al abrirle una nueva columna para el ataque.
17.cxb4 ¤c6 18.¤c4 ¥xd4 19.b5 ¤b4 20.¤xd4  
  Zoltan Sarosy (Canadá) abandonó al recibir por correo esta jugada de Randal Andrews (EEUU), su oponente en otro juego de la misma competición. Debemos suponer que, a esas alturas de la prueba, el jugador canadiense había ya renunciado a continuar la partida que, simultáneamente, le tocara disputar con Donald Dean (EEUU) quien le habría demostrado, algún tiempo atrás, que su causa no tenía solución. En efecto: este segundo enfrentamiento, había continuado con

20...exd4 21.e5! ,
y fue en este momento cuando se rindieron las negras. Su posición se derrumba sin que se vislumbren defensas aceptables. Si, por ejemplo: 21...¤xc2 22.£xc2 dxe5 23.¦xe5 £b4 24.¤b6+ ¢b8 25.¦c1 £d6 26.¦e7 y ganan.
Tampoco prospera 21...£e6 22.¦c1! ¤xc2 23.¤b6+ cxb6 24.£xc2+ ¢d7 25.£c7+ ¢e8 26.exf6 ¥e4 27.f3, ganando igualmente.

Zoltan Sarosy (¿nacido en Hungría?) fue campeón de Canadá por Correo en 1967, 1972 y 1981; y obtuvo el título de MI de la especialidad en 1988.


Terminamos.... Se equivocan los aficionados, se equivocan los maestros y hasta los campeones, ... Nadie está libre de errores. Pero, a unos y a otros habría que aconsejarles, como  Kurt Richter hiciera en su día,  que “Cometan errores, si... pero, ¡por favor!, cada vez uno distinto.”

1 de diciembre de 2003

¿BIENAVENTURADOS LOS “PACÍFICOS”?

De los tres resultados: victoria, derrota o empate, a los que un jugador puede desembocar tras una partida de ajedrez es el último de ellos, o sea las tablas, el que ofrece mayor número de posibles formas de conseguirlo. El “ahogado” del Rey rival, la triple repetición de la posición, la realización de 50 jugadas sin capturar pieza o mover peón, y la posición sobre el tablero desde la que es imposible dar mate haciendo jugadas legales (R+2C contra R, por ejemplo), son situaciones que el Reglamento reconoce y, a la vez, decreta como tablas. Pero a este mismo resultado de tablas, los contendientes pueden llegar...de mutuo acuerdo. Este acuerdo requiere, para ser efectivo, determinadas “formalidades” recogidas en el artículo 9.1. de las vigentes Leyes del Ajedrez. Pero los comportamientos “de fondo” que están detrás de alguno de estos acuerdos no ha parado, ni parará, de desatar polémicas...

Por supuesto que el Reglamento permite a los jugadores ponerse de acuerdo para resolver en empate su enfrentamiento sobre el tablero de ajedrez. Pero, por muy legal que resulte tal forma de proceder, nosotros seguimos viendo en ello un procedimiento desvirtuado, desprovisto del espíritu de lucha consustancial con la partida de ajedrez y, en ocasiones, un “abuso” de las posibilidades que brinda la normativa a temerosos jugadores muy remisos a la hora de desenvainar sus espadas...

Tablas para olvidar

Algunos sucesos de un pasado no demasiado lejano son muy esclarecedores al respecto. En el Campeonato del Mundo por equipos de Estudiantes celebrado en Graz (Austria) durante 1972, en el encuentro entre Alemania y EE.UU., la partida Hübner – Rogoff, se saldó con un solo movimiento: el alemán jugó 1.c4, propuso tablas y el americano aceptó. (Después de un bochornoso incidente, el árbitro castigó al germano con la pérdida del punto). Durante el torneo de Venecia 1974, las “estrellas” italianas del momento, Mariotti y Cosulich, protagonizaron este “durísimo” enfrentamiento: 1.h4 a5 2.a4 h5; y...se acordaron las tablas. En la última ronda del torneo de Luton (SE de Inglaterra) 1975, Miles y Reuben acordaron tablas ¡sin hacer una sola jugada!
El comportamiento deportivo de estos jugadores que, con tanta facilidad, firman un “pacto de no agresión” deja mucho que desear. El “excesivo amor a la paz”, séptimo de los pecados capitales denunciados en su día por Tartakower, ha contagiado a muchos GM, señalados con el dedo acusador de críticos y aficionados. Muy llamativo resultó el comportamiento del húngaro Istvan Bilek (nacido en 1932) quien, en un torneo de 11 jugadores disputado en Slupsk (Polonia) 1979, tras una primera ronda en la que quedó libre, entabló sus 10 partidas en 13, 14, 12, 14, 12, 9, 12, 13, 17 y 9 jugadas, consumiendo 5, 12, 15, 26, 7, 4, 5, 12, 18 y 5 minutos para “pensar” (¡¡??). En la década anterior, el GM yugoslavo Trifunovic consiguió, tras varios “intentos” fallidos, empatar todas las partidas (¡nada menos que 15!) que disputó, es un decir, en el torneo de Leipzig 1965.

!Jaquetazo!, con retraso, al GM Bilek
El record (¿?¡¡) del GM Bilek fue superado por su compatriota Péter Szekely quien, participando en el Grupo 1º de los torneos que se celebraron en La Habana como Memorial Capablanca el año 2003, consiguió empatar las 12 partidas que disputó –es un decir- realizando una media de 11 movimientos por partida (La más larga duró 13 jugadas y la más corta 6).



Las llamadas tablas “de grandes maestros” o “de salón” han contaminado la lucha de los torneos. Entre ellas se dan los empates debidos al mutuo respeto (tablas por “reputación”, las denomina Andy Soltis, periodista, autor de un montón de libros y GM de EE. UU.); pero también los que nacen de la cobardía, del miedo a perder, a rebajar el ELO propio... Wirthenson y Kurajica se sentaron frente a frente en Biel 1981, para hacer estos movimientos: 1.c4 e6 2.d4 d5 3.Cf3 Ab4+ 4.Ad2. Se miraron a los ojos, se estrecharon las manos en señal de consentimiento y firmaron las tablas. Parecidos “combates” son tan frecuentes en los torneos actuales que hasta, en los medios especializados, han dejado de aparecer: no tienen interés alguno, ni son noticia. Yo mismo he presenciado en directo, sin embargo, algo más bochornoso aún. En la última ronda de un torneo, dos “profesionales” (?), después de acordar el empate en menos de 1 minuto de juego, se levantaron de la mesa y fueron en busca de los organizadores para cobrar inmediatamente los premios y salir disparados de la sala de juego.

Hace más de 40 años, el publicista americano Irving Chernev propuso crear un Premio Nobel de la Paz para ser otorgado a alguno de estos pacíficos recalcitrantes. La propuesta no prosperó. Nos gustaría, sin embargo, proponer ahora su reconsideración si bien, con una finalidad un tanto diferente.

Tablas para recordar

Al rememorar los anteriores sucesos (...y muchos más, semejantes) no podemos menos de añorar otros encuentros más atrayentes en los que, por el contrario, se hizo brillar el resultado de tablas como lógica terminación de una contienda ajedrecística encarnizada y bien conducida por ambos rivales.

Hubo tablas por final
que a tal conclusión se llega
si de ambas partes se juega
de manera magistral.

Como escribió Mariano Ezcurra Gonzalvo en su “Filosofía del Ajedrez”. O como anota M. Tahl en el prólogo del libro (“Tablas”) de L. Verjovsky: “...comparando un número bastante grande de partidas jugadas por mí aquí y allá (unas como vencedor y otras como vencido), ocupan un lugar destacado en mi memoria los encuentros terminados en tablas”. Pero fueron tablas con lucha, tablas para recordar...y no las anémicas parodias a las que nos hemos referido en los párrafos de más arriba.
La partida siguiente puede encontrarse en muy diversas publicaciones. Es una joya que merece ser recordada...

Hampe - Meitner
Viena, 1872

1.e4 e5 2.¤c3 ¥c5 3.¤a4? ¥xf2+! 4.¢xf2 £h4+ 5.¢e3
Otra alternativa hubiera sido 5.g3 £xe4 6.¤f3 £xa4 7.£e2 ¤c6 8.d4
5...£f4+ 6.¢d3 d5 7.¢c3 £xe4 8.¢b3 ¤a6 9.a3

El Rey blanco se abre la puerta de una fortaleza que sería difícil asaltar por el adversario...
9...£xa4+!!
...pero las negras ofrecen un sacrificio de Dama, llevándose por delante a la única pieza desarrollada (?) del bando rival. 10.¢xa4 ¤c5+ 11.¢b4
Profundos análisis realizados a lo largo de muchos años han establecido que la mejor continuación para ambos bandos, a partir de este momento, era: 11.¢b5 ¤e7! 12.c4! d4 13.¢xc5! a5 14.£a4+ ¢d8 15.£xa5! ¦xa5+ 16.¢b4 con superioridad blanca. Quien lo desee puede "jugar" con estos y otros movimientos para disfrutar, quizás, con algún hallazgo.
11...a5+!!
¡Formidable visión! El conductor de las negras no escatima material para alejar al Rey adversario de su campo y adentrarlo en el propio.
12.¢xc5 ¤e7!
El Rey peregrino está encerrado en una red de mate. Afortunadamente para él, sus huestes van a realizar los movimientos precisos para salvarle.
13.¥b5+! ¢d8 14.¥c6 b6+ 15.¢b5 ¤xc6! 16.¢xc6
Se amenazaba 16... ¤d4+ 17.¢a4 ¥d7#; y no es posible 16.c3 ¤d4+!; ni tampoco 16.¢a4 , pues con la misma idea sigue 16...¤d4 17.£e2 ¥d7+ 18.£b5 ¥xb5# 16...¥b7+! 17.¢b5!
Por supuesto que si 17.¢xb7? , seguiría 17... 17...¢d7! 18.£g4+ ¢d6 y las blancas no pueden parar el mate.
17...¥a6+ 18.¢c6!
Necesario. Si 18.¢a4? , la respuesta es 18... 18...¥c4! y 19...b5 mate.
18...¥b7+        Tablas

Muchos años más tarde, en el Campeonato Juvenil de Suiza, julio de 1956, apareció sobre uno de los tableros la siguiente y sorprendente “repetición” de lo que acabamos de ver:

R. Frauenfelder - M. Gschwend

1.e4 e5 2.¥c4 ¤c6 3.£e2 ¤a5
4.¥xf7+ ¢xf7 5.£h5+ ¢e6.
A partir de aquí, las blancas fueron repitiendo los movimientos que hicieron las negras en la partida anterior, y éstas respondieron como lo hiciera el Blanco allí. 6.£f5+ ¢d6 7.d4 ¢c6 8.£xe5 ¢b6 9.¤a3 a6 10.£xa5+ ¢xa5 11.¤c4+ ¢b5 12.a4+ ¢xc4 13.¤e2 ¥b4+ 14.¢d1 ¥c3 15.b3+ ¢b4 16.¤xc3 ¢xc3 17.¥b2+ ¢b4 18.¥a3+ ¢c3
...y tablas por jaque perpetuo.

La explicación de lo sucedido fue definitivamente descubierta por Richard Foster que, en mayo de 1998, habló del asunto con el mismísimo R. Frauenfelder. Este confesó que varios de los participantes, y entre ellos Gschwend, estuvieron residiendo en la casa de su familia, durante la celebración del torneo. Ambos habían perdido de mala manera el día anterior y entonces decidieron inventarse una divertida y espectacular partida para hacer tablas. Así lo hicieron, a partir del encuentro del siglo anterior que hemos visto primeramente. Luego, la “representaron” en la sala del torneo.

Hace unos años, en un torneo juvenil de los EE.UU. los espectadores se quedaron asombrados al contemplar el desarrollo de la siguiente partida:

1.¤c3 c5 2.e4 d6 3.¤f3 ¤f6 4.d4 cxd4 5.¤xd4 a6 6.¥g5 e6 7.f4 £b6 8.e5 £xb2 9.¥b5+ ¤fd7 10.£f3

Todos los movimientos anteriores parecen realizados con el premeditado fin de alcanzar esta posición... Las blancas ofrecen ahora el sacrificio "inmortal". 10...£xa1+ 11.¢f2 £xh1?
La tentación era demasiado grande. Mejor , por supuesto, hubiera sido 11...£b2 ; pero entonces estaríamos hablando de otra cosa...

12.¤xe6! fxe6 13.£g4 ¢f7

14.£xe6+!!
Extraordinaria desde todos los puntos de vista pues, además de ser la mejor jugada en este momento, resulta brillantísima como clave de la combinación para conseguir el jaque perpetuo.
14...¢xe6 15.¥c4+ d5 16.¥xd5+ ¢f5 17.¥e4+ ¢g4
Si 17...¢e6 18.¥d5+
18.¥f3+ 
Tablas

El suceso se publicó en varias revistas, con el mismo buen recibimiento por parte de los aficionados. Sólo unos meses más tarde pudo conocerse la verdad de lo ocurrido. Se trataba en realidad de una partida compuesta por Emory Tate, un bromista y fuerte jugador americano que ha sido 7 veces campeón de las Fuerzas Armadas de su país. Los jóvenes tuvieron conocimiento de su desarrollo y, habiendo acordado previamente el resultado de su próximo enfrentamiento en el torneo, decidieron “representar” la partida para dar verosimilitud al resultado que deseaban ver en el cuadro de clasificación. Esta farsa permitió, no obstante, que muchos aficionados conociéramos la “creación” de Emory Tate.

Representación” del acuerdo de tablas
.
No es que vayamos a aplaudir desde aquí la forma de proceder de estos jóvenes jugadores... El acuerdo previo sobre el resultado de la partida existe como en otros casos; y ya eso, no nos gusta. Lo que sucede es que “su representación” resulta, a primera vista al menos, mucho más atrayente para el espectador aficionado ...

La “copia” de partidas anteriormente jugadas no es, por otra parte, exclusiva de los jóvenes. Creo que merece la pena fijarse en el desarrollo de la siguiente partida y en la nota que reproducimos al final de la misma:
G. Sax – Y. Seirawan
Bruselas, 1988

1.e4 d6 2.d4 ¤f6 3.¤c3 g6 4.f4 ¥g7 5.¤f3 c5 6.¥b5+ ¥d7 7.e5 ¤g4 8.e6 fxe6 
Durante mucho tiempo, la TEORÏA consideraba el movimiento del texto como un error grave. La única posibilidad aceptable era, en este momento 8...¥xb5 9.¤g5
Esta, se pensaba, era la refutación de la continuación elegida por el Negro. Pero, mientras se preparaba para el Interzonal de Zagreb, Seirawan descubrió algo en el verano de 1987...
9...¥xb5 10.¤xe6

Las complejidades de 10.¤xb5 ; o las de 10.£xg4 , no debieron convencer demasiado al jugador húngaro.
10...¥xd4!!
La clave de lo ideado por Seirawan 11.¤xd8 ¥f2+ 12.¢d2 ¥e3+
Tablas; el jaque perpetuo no tiene oposición.

Esta ha llegado a ser una de las líneas más utilizadas por aburridos competidores que se ven obligados a jugar para cumplir un pre-acuerdo de tablas, como lo atestiguan las 28 ocasiones que aparecen en mi base de datos” anota Steve Giddins en “101 Chess Openings Traps”. Muchos “copiones” de lo mismo nos parecen a nosotros. ¿Quizás ignoraban que hay otras muchas oportunidades...?

Sugerencia

Los Premios de Belleza están en decadencia, no por falta de donantes, sino porque no hay mucho que premiar. Así que, dada la abundancia de anodinas tablas y la escasez de brillantes combinaciones sobre el tablero... acaso tuviera sorprendentes efectos crear en los torneos un premio para la partida, real o “compuesta”, que ofreciera un resultado de tablas más bello. Como es sabido, a lo largo del tiempo se han producido muy brillantes partidas terminadas con ese resultado. También muy breves encuentros que se resolvieron, por ejemplo, con un jaque perpetuo... ¿Por qué no incentivar la producción?

Repasando revistas del pasado he vuelto a encontrarme con esta diminuta confrontación:

Djuric - Brkic
Porec, Agosto 1974

1.e4 e5 2.¤f3 ¤c6 3.¥b5 a6 4.¥xc6 dxc6 5.0–0 ¥g4 6.h3 h5 7.c3?
Mejor parece 7.d3 £f6 8.¤bd2; 7.hxg4 hxg4 , y el Caballo blanco no puede retirarse a ninguna parte pues permitiría a la Dama rival ocupar la casilla h4 con efecto decisivo.
7...£d3 8.hxg4 hxg4
9.¤xe5
Después de 9.¤e1? , las blancas quedarían curiosamente impotentes tras 9... 9...¦h1+ 10.¢xh1 £xf1+ 11.¢h2 9...¥d6! ¡Increíble! Pero otras jugadas dejan superioridad a las blancas.
10.¤xd3
En caso de 10.¤xg4 ¤f6 11.¤xf6+ gxf6 y las blancas , aunque con ventaja material, tienen que resolver las amenazas que pesan sobre su Rey; si ahora 12.g3 ¥xg3. Así que permitieron...
10...¥h2+ , que inicia el jaque perpetuo.

El encuentro corresponde al Campeonato Junior de Yugoslavia de aquel año. Otra vez, los jóvenes como protagonistas. ¿Resultado previamente acordado? ¿Partida compuesta?. Ignoro estos extremos. Pero, en cualquier caso, se ve con más agrado que esas brevísimas y secas tablas que, con demasiado frecuencia, se nos ofrecen en los torneos.

He aquí otro suceso. Korchnoy y Taimanov eran los principales favoritos al triunfo final en el torneo de Hastings 1955-56. Para no estropearse mutuamente las posibilidades acordaron entablar su partida. Con tal fin, “compusieron” una secuencia de movimientos en la que, tras un sacrificio de Caballo, las blancas obligaban a su adversario a repetir la posición. Tablas tras 21 jugadas. Podría ser una sugerencia: Si, para hacer tablas una partida, hay acuerdo previo, ¡mejor representarlo, aunque sea una farsa, en forma bella...!

Las partidas que ofrecemos a continuación son ejemplos curiosos del jaque perpetuo. ¿Compuestos? Yo no lo creo.... En cualquier caso se ven con más agrado que los descarados y evidentes “acuerdos” expuestos en la primera parte de este artículo.
El record, en cuanto a brevedad, creo que lo ostenta este olímpico enfrentamiento entre los representantes de Gales y Francia. Aquí se ofrece para estímulo de quienes quieran trabajar poco y acepten seguir nuestra sugerencia.

Nigel Davies - Olivier Renet
Haifa, 1989

1.e4 c5 2.d3 ¤c6 3.g3 d5 4.exd5 £xd5 5.¤f3 ¤d4 6.¥g2
6...¥h3
Otra línea es 6...¥g4 7.¤bd2 £e6+ 8.¢f1 7.¥xh3 ¤xf3+ 8.¢f1 ¤d2+
Si 8...¤d4 9.¥g2; con 8...¤h4 , se llegaría a lo mismo que en la partida: 9.¢g1 ¤f3+ 9.¢g1 ¤f3+ 10.¢f1 ¤d2+ , etc

Hay muchas más posibilidades de llegar pronto al jaque perpetuo... El siguiente es un divertido ejemplo que debemos al GM inglés Raymond Keene, campeón británico en 1971:

R. Keene (simul) - D. Anderton
Birmingham, 29.04.1977

1.c4 ¤f6 2.¤c3 e6 3.e4 ¥b4 4.e5 ¤g8 5.£g4 ¤e7
Otras alternativas como 5...¥f8 ; 5...¢f8; y 5...g6 , no pierden material, pero dejan el campo a las blancas.
6.£xg7 ¤g6 7.¤e4 ¥f8
Después de 7...¥e7 , el juego podría continuar 8.¤f6+ ¥xf6 9.exf6 ¤c6 10.h4 h5 11.¥d3 ¤ce5 12.¥c2 c5 13.f4 , con evidente superioridad de las blancas.

8.¤f6+ ¢e7 9.¤g8+ ¢e8 10.£xh8! Brillante forma de asegurarse el jaque perpetuo: las negras no pueden evitarlo salvo que acepten la desventaja material. 10...¤xh8 11.¤f6+ ¢e7 12.¤g8+ etc.