Julián Alonso Martín
Café.
En España la introducción del café considerándolo tanto como
consumición como establecimiento, estuvo unido a la mentalidad
ilustrada del siglo XVIII. Junto a los Salones y los Clubes, los
Cafés fueron medios de difusión de ideas ilustradas y científicas
y lugares de sociabilidad que respondían a las nuevas costumbres y
demandas de las altas clases sociales españolas. A mediados del
siglo XIX se produjeron varios cambios en los Cafés: se
reconstruyeron los viejos y se construyeron nuevos locales siguiendo
la moda de París, fueron el marco idóneo para la burguesía y
abrieron sus puertas a las mujeres.
Con
los medios a mi alcance, no me ha resultado fácil conseguir
información sobre los Cafés donde los aficionados madrileños se
ejercitaron en el juego ni los nombres de conocidos ajedrecistas que
pasaran por las mesas de aquellos locales. Así que, para empezar, no
dispuse más que de las líneas siguientes (DEL LIBRO DE JOSEP
ALIÓ)
Los aficionados madrileños de la
segunda mitad del XIX se reunían en cafés como El
Siglo (abierto en 1864,
en la calle Carretas), Levante
(Calle de Alcalá y
luego Puerta del Sol) o
Europa (Calle Sevilla).
Entre los jugadores destacados podemos
mencionar a Celestino A.
Rodríguez Valdespino (1828
– 75), Vicente
Martínez de Carvajal
(1840 – 1915) y, por encima de todos, Celso
F. Golmayo y Zúpide
(1820 – 98).
El Café de Levante que yo conocí se abría al público en el nº 5 la Puerta del Sol. Se estableció allí aproximadamente en 1860, después de que ya hubiera cerrado en 1857 el ubicado en la calle de Alcalá, inaugurado a mediados del XIX. A finales del siglo, era el más discreto, tranquilo y silencioso, de los cafés ubicados en el centro de Madrid. Por esta razón solían frecuentarlo militares retirados y otra gente mayor que huían del bullicio de otros cafés. Galdós, Mesonero Romanos, Martínez de la Rosa y otros muchos personajes conocidos se sentaron a sus mesas y participaron en las múltiples tertulias que allí se celebraban. Pero no acudían solamente hombres de letras y políticos, sino también jugadores de damas, ajedrez y billar. Estuvo en funcionamiento hasta 1966.
Detalle
del Café de Levante en “Los
viejos Cafés de Madrid”. No
podemos asegurar que los parroquianos estén practicando nuestro
juego; pero no se puede negar que el dibujante ha querido reflejar un
tablero de ajedrez en primer plano.
Más
adelante, y un poco por casualidad, recordé unos artículos
aparecidos en la revista JAQUE (1987, nº 215, página 192) Su autor,
Pablo Morán, abundando en lo ya apuntado aquí, añade sin embargo
nuevos datos de interés para nuestro tema:
“Hacia 1860 comenzaron a brillar en
la capital de España una serie de jugadores que pronto adquirieron
una cierta fama: VALDESPINO (Celestino A.R.) y Espino, eran dos
jugadores diferentes aunque, con frecuencia, se confundieran; CELSO
Fidel GOLMAYO y Zúpide; Vicente MARTINEZ de CARVAJAL, Gabriel
DOMINGUEZ y Aurelio ABELA (1843-92) que fue el primer español que
consiguió un premio en un concurso extranjero. Los citados, junto
con algunos otros se reunían en el Café
Europa que estaba
situado en la calle Sevilla, esquina a Arlabán. A principios del año
1862 se constituyeron en Círculo con presidencia de Golmayo y siendo
Carvajal su primer secretario”.
Como
no he conseguido obtener más
datos del Café Europa, sólo
puedo decir algunas cosas de los jugadores que lo visitaron:
-
CELSO F. GOLMAYO y Zúpide. Es, sin lugar a dudas, el más famoso de los ajedrecistas españoles del siglo XIX. Su éxito más destacado se produce en 1867, cuando consigue el 7º lugar en el Torneo Internacional de París, el tercero de los grandes torneos de la historia del ajedrez (1º, Londres 1851, 2º, Londres 1862, ambos ganados por Anderssen).
Abogado
riojano nacido en Logroño
el 24
de abril
de 1820.
Buscando
mejor fortuna, pronto
(en 1863) se trasladó a Cuba donde ejerció como Fiscal del Tribunal
Contencioso de la capital de la isla.
Falleció el 1
de abril
de 1898
en La
Habana.
Considerado
en su momento el mejor jugador aficionado del mundo, Golmayo llegó a
disputar matches
con
los mejores jugadores de la época: Morphy, Steinitz, Mackenzie,
Blackburne, etc. También (debe decirse) que es el único ajedrecista
español del XIX que obtuvo la categoría de MI (no existía entonces
todavía el título de GM).
No
destacó solamente como jugador, sino también como organizador. Su
principal labor fue la de impulsar el ajedrez en Cuba desde la ciudad
de La Habana, organizando numerosos eventos de gran resonancia
incluyendo las dos finales por el Campeonato Mundial, disputadas
entre Steinitz y Chigorin
en 1.889 y 1.892 respectivamente. En el año 1.865 se había fundado
el Club de Ajedrez de La Habana,
el cual llegó a ser el más famoso club ajedrecista del mundo a
fines del siglo XIX. Golmayo fue su primer Presidente.
Y podemos afirmar, sin ninguna duda, que la gran afición
ajedrecística que existe entre los cubanos se debe en gran parte a
Celso Golmayo.
![]() |
Celso F. Golmayo |
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Vicente MARTINEZ de CARVAJAL. Nació en Almería un día del año 1840. Debió de residir algún tiempo en Barcelona y también en Madrid, pues como señala Pablo Morán, “a principios de 1862” los asiduos al Café Europa se constituyeron en Círculo bajo la presidencia de Golmayo y ocupando Carvajal el cargo de primer secretario.
Como hiciera anteriormente Celso Golmayo,
se marchó a Cuba alrededor de 1868, buscando mejores oportunidades
de hacer fortuna. Allí contrajo matrimonio con la pianista Elisa del
Camino y estableció su residencia en la isla. De todas formas hizo
frecuentes viajes a España y, en una de sus estancias, conquistó el
campeonato de Madrid. En 1891 estuvo en Barcelona pues esa fecha se
repite en diferentes fuentes para datar la victoria que José María
Baquero obtendría sobre Carvajal en el encuentro que los enfrentó
(+9-5=0), único que el almeriense perdió con los ajedrecistas
barceloneses.
Don Vicente fue administrador de la
Aduana de Cienfuegos y, desde su cargo –dice la revista JAQUE MATE,
editada en Cuba- “ayudó a la causa libertaria de nuestra patria”.
Siendo Vicepresidente del Club de Ajedrez de la Habana en 1892 fue
cesado en su empleo de Administrador de la Aduana de Matanzas por
decisión del Gobierno de España. Como nota curiosa, señalaré que
una hija de don Vicente, Laura Martínez de Carvajal, fue la primera
mujer graduada en medicina por la Universidad de La Habana, un hecho
sin precedentes ya que, hasta que no se concedió este permiso desde
España, no era posible que una mujer obtuviera la licenciatura de
medicina en Cuba.
En el año 1899, Martínez de Carvajal
disputó en La Habana un pequeño encuentro de entrenamiento con el
vigente campeón del Mundo previo a la defensa del título ante
Chigorin. Aunque perdió por 4 a 1, ofreció fuerte resistencia al
campeón y le derrotó en la siguiente partida. (Esta en Jaque
1987, p.225)
¿Qué fue de don Vicente en los
últimos años de su vida?
La guerra de independencia
comenzó en Cuba en 1895 y, después de la intervención de los
EE.UU., España tuvo que reconocer, por el Tratado de París (1898),
la independencia de las colonias de Cuba, Puerto Rico y Filipinas.
Una nieta suya recordaba “cómo por el año 1908, residiendo en
Nueva York, Capablanca iba a buscar a papá
Vicente para llevarlo al
Manhattan Chess Club”.
Martínez de Carvajal murió en Barcelona
el año 1917.
Si
la ausencia de Golmayo y Carvajal supuso un duro golpe para el
desarrollo del ajedrez madrileño de finales del siglo XIX, no cabe
duda de que la presencia de ambos por la misma época en Cuba, ayudó
(y mucho) a consolidar el movimiento ajedrecístico que ya se hacía
notar en la isla.
La
valiosa foto corresponde a la lucha entre Steinitz y Chigorin por el
cetro mundial, librada en la Habana en 1889. Junto a ellos, sentados,
poniendo de manifiesto su prestigio en Cuba, vemos a Carvajal (junto
a Chigorin) y Golmayo (en el centro). Ambos dejaron un profundo vacío
en el ajedrez español, quizás paliado por el florecimiento del
ajedrez en Cuba, cuyo feliz corolario fue la luminosa figura de
Capablanca. Es una estampa romántica, íntima, de otros tiempos, que
indudablemente ya no volverán.
(Del artículo de J.A. Garzón)
-
He tenido la suerte de encontrar un magnífico artículo de J.A. Garzón sobre CELESTINO A.R. VALDESPINO, sin cuyas anotaciones no hubiera podido trasladar hasta aquí un mínimo de datos para poder acercarnos a esta casi desconocida figura del ajedrez español. Y sin embargo…“Fue este un jugador muy notable, de quien fueron discípulos aventajados los Sres. Golmayo y Martínez de Carvajal. Valiente en la concepción, de procedimientos brillantes, no había en la corte quien le resistiera” (Juan Capó. La Apertura Española o Ruy López, Barcelona, 1899).
Celestino
Alonso Rodríguez Valdespino nació (1828) en Benavente, provincia de
Zamora. Rodriguez y Valdespino eran, al parecer, los apellidos de su
madre. Desde muy niño, en Benavente ganaba a todos en el juego de
damas y a los 20 años era ya un consumado jugador de ajedrez. Fue
funcionario del ministerio de Hacienda hasta el año 1867, cuando
estableció en Madrid un taller de litografía. “Según nos
comunicó Carvajal -dice Paluzíe- Valdespino era un verdadero genio
ajedrecista, tanto, que de haber vivido en Alemania, en Inglaterra o
en otra nación de ambiente más propicio que el nuestro al ajedrez,
hubiera rivalizado con los más insignes maestros del siglo XIX”.
El propio Paluzíe comenta que Valdespino
sostuvo varios encuentros con Golmayo en Madrid (parece que llegó a
concertarse un match para celebrar al regreso de Golmayo del Torneo
de París, 1867), “con éxito lisonjero, menos en los últimos
tiempos de su vida, cuando su salud estaba del todo quebrantada por
la enfermedad crónica (una enfermedad pulmonar) que le amargó la
existencia, y le ocasionó la muerte (1875) en dicha capital”.
-
Gabriel DOMINGUEZ (+1891) muy afamado jugador de Madrid y habilísimo en los finales. “Nos cuentan testigos oculares, que por los años de 1860 a 1870, existía en Madrid numerosa tertulia ajedrecística, que se reunía en el Café del Siglo, y de la cual formaba parte, entre otros, D. Gabriel Domínguez (falleció en Madrid, en 1891) llamado el papaíto, por ser el decano de la reunión, el cual hacía frente, a veces con éxito, al famoso maestro Valdespino.” (Juan Capó en “La apertura española o Ruy López”, editado en Barcelona 1899).
Del
Café
del Siglo solamente
puedo decir que estaba en la calle Carretas y que se abrió el 24 de
mayo de 1864.
-
Aurelio ABELA (1843-92). Médico de profesión y eminente compositor de problemas, muchas de cuyas obras se encuentran en la colección de Dufresne.
Cuando
nos adentramos en el siglo XX, la creación de clubs con dedicación
especial a la práctica del juego, desplaza a los jugadores hacia
estos centros abandonando los Cafés. Claro está que los dueños de
estos establecimientos no están dispuestos –en los tiempos que
corren- a mantener abiertos sus locales a clientes que consumen tan
poco “de pago” (café, bebidas,…) y tanto “gratuito” Mesas,
tableros y fichas, luz, calefacción,…). El 11 de febrero de 1919
se registra en Zaragoza, la fundación del primer círculo
ajedrecístico legalmente constituido en España…
Todavía
pervive en Madrid un antiguo Café en el que pueden solicitarse
tablero y piezas para disputar una partida de ajedrez: el Café
Comercial, ubicado en la
glorieta
de Bilbao. Se
trata de uno de los más antiguos de la capital. Fundado a finales
del XIX, dio cobijo a numerosas tertulias
literarias en el periodo de postguerra.
Fue uno de los primeros Cafés en emplear camareras.
El
mencionado Café abrió sus puertas en el mes de marzo de 1887
siendo su primer propietario Don Antonio Gómez Fernández. El local
pasó a la familia Contreras (Don Antonio Contreras era oriundo de La
Habana) en 1909 y cobró mucha fama, pues pasó a ser uno de los más
concurridos cuando cerró, por obras, el Café Gijón. El aspecto que
posee en la actualidad el establecimiento de la Glorieta de Bilbao
refleja la gran reforma abordada por sus dueños en el año 1953.
Posee dos entradas, una de ellas con puerta
giratoria
por la misma Glorieta. También tiene dos plantas: en la baja una
barra y un espacio acondicionado con diversas mesas. En la planta
superior se puede jugar al ajedrez
a cualquier hora sin más que pedir un tablero y unas fichas al
camarero, pues allí tiene también su sede el Club
de Ajedrez Café Comercial
De
los Cafés que “vivieron” las experiencias ajedrecísticas de los
asiduos visitantes que buscaban su solaz ante el tablero durante la
década de los cincuenta, cuando el siglo XX doblaba ya la mitad de
su existencia, tengo alguna experiencia con notas y referencias que
me gustaría ampliar…
Desde
luego, el local más visitado era sin duda el Café
Callao…
Yo
mismo recuerdo, en el barrio de Argüelles, la Cafetería
Maira,
entre las calles Donoso Cortés y Guzmán el Bueno, donde tuvo su
asiento desde 1956 el Club
Maira, por
donde pasaron jugadores de calibre como José Sanz, ex campeón de
España, J.M. Fuentes, y R. Campuzano, ex campeón de Valencia.
Y
con más detalle recuerdo también otro Café
(Bar
Jorpe)
de la misma calle, Guzmán el Bueno 63,
donde
se fundó el Club
Capablanca en
1957. César Estrada y yo habíamos abandonado el Don Bosco… Y, en
el recién fundado club, coincidimos con Pérez Conde, el canario
Cesaro (o Renshaw), Dedicación, Espejo, Pérez Arriaga y algunos
más. En el torneo social, hice el mejor resultado de mi vida (8 ½
puntos
de 10 posibles) y recibí como premio un trofeo y un juego de piezas
de ajedrez que todavía conservo.
Un
año más tarde, el 4 de agosto de 1958, comenzaba el primer torneo
Copa de Campeones “Chardenet”, organizado por un club de reciente
fundación, el
Club Chardenet,
cuya sede estaba en el Bar
“El Albergue”
de General Mola 202.
A
Ricardo Lamarca debo todos los datos que ofreceré a continuación
sobre la Peña
Pomar
pues,
a pesar de ser contemporánea de mi paso por el ajedrez madrileño,
nunca había oído hablar de este club. Se fundó, ¡exactamente!, el
día 10 de octubre de 1958, con sede en un local de la plaza de la
Moncloa nº6, donde abría sus puertas la Cafetería
Los Alpes. El
establecimiento era propiedad de Pedro Marchi Silvestre, un
voluntario italiano que vino a España para participar en nuestra
guerra civil al lado del general Franco. En el acta fundacional, que
amablemente me ha ofrecido Ricardo, también figuran Rafael Ochando
Pérez-Monte que procedía del Club Cristales de Canillejas y José
Brotons Dil, experimentado jugador con conocimientos teóricos.
Presidente se nombró a Ricardo Lamarca y Tesorero a Pedro Marchi.