1 de febrero de 2017

Cafés de Madrid

Julián Alonso Martín



Café. En España la introducción del café considerándolo tanto como consumición como establecimiento, estuvo unido a la mentalidad ilustrada del siglo XVIII. Junto a los Salones y los Clubes, los Cafés fueron medios de difusión de ideas ilustradas y científicas y lugares de sociabilidad que respondían a las nuevas costumbres y demandas de las altas clases sociales españolas. A mediados del siglo XIX se produjeron varios cambios en los Cafés: se reconstruyeron los viejos y se construyeron nuevos locales siguiendo la moda de París, fueron el marco idóneo para la burguesía y abrieron sus puertas a las mujeres.

Con los medios a mi alcance, no me ha resultado fácil conseguir información sobre los Cafés donde los aficionados madrileños se ejercitaron en el juego ni los nombres de conocidos ajedrecistas que pasaran por las mesas de aquellos locales. Así que, para empezar, no dispuse más que de las líneas siguientes (DEL LIBRO DE JOSEP ALIÓ)
Los aficionados madrileños de la segunda mitad del XIX se reunían en cafés como El Siglo (abierto en 1864, en la calle Carretas), Levante (Calle de Alcalá y luego Puerta del Sol) o Europa (Calle Sevilla).
Entre los jugadores destacados podemos mencionar a Celestino A. Rodríguez Valdespino (1828 – 75), Vicente Martínez de Carvajal (1840 – 1915) y, por encima de todos, Celso F. Golmayo y Zúpide (1820 – 98).

El Café de Levante que yo conocí se abría al público en el nº 5 la Puerta del Sol. Se estableció allí aproximadamente en 1860, después de que ya hubiera cerrado en 1857 el ubicado en la calle de Alcalá, inaugurado a mediados del XIX. A finales del siglo, era el más discreto, tranquilo y silencioso, de los cafés ubicados en el centro de Madrid. Por esta razón solían frecuentarlo militares retirados y otra gente mayor que huían del bullicio de otros cafés. Galdós, Mesonero Romanos, Martínez de la Rosa y otros muchos personajes conocidos se sentaron a sus mesas y participaron en las múltiples tertulias que allí se celebraban. Pero no acudían solamente hombres de letras y políticos, sino también jugadores de damas, ajedrez y billar. Estuvo en funcionamiento hasta 1966.
 
Detalle del Café de Levante en “Los viejos Cafés de Madrid”. No podemos asegurar que los parroquianos estén practicando nuestro juego; pero no se puede negar que el dibujante ha querido reflejar un tablero de ajedrez en primer plano.

Más adelante, y un poco por casualidad, recordé unos artículos aparecidos en la revista JAQUE (1987, nº 215, página 192) Su autor, Pablo Morán, abundando en lo ya apuntado aquí, añade sin embargo nuevos datos de interés para nuestro tema:
Hacia 1860 comenzaron a brillar en la capital de España una serie de jugadores que pronto adquirieron una cierta fama: VALDESPINO (Celestino A.R.) y Espino, eran dos jugadores diferentes aunque, con frecuencia, se confundieran; CELSO Fidel GOLMAYO y Zúpide; Vicente MARTINEZ de CARVAJAL, Gabriel DOMINGUEZ y Aurelio ABELA (1843-92) que fue el primer español que consiguió un premio en un concurso extranjero. Los citados, junto con algunos otros se reunían en el Café Europa que estaba situado en la calle Sevilla, esquina a Arlabán. A principios del año 1862 se constituyeron en Círculo con presidencia de Golmayo y siendo Carvajal su primer secretario”.
Como no he conseguido obtener más datos del Café Europa, sólo puedo decir algunas cosas de los jugadores que lo visitaron:
  • CELSO F. GOLMAYO y Zúpide. Es, sin lugar a dudas, el más famoso de los ajedrecistas españoles del siglo XIX. Su éxito más destacado se produce en 1867, cuando consigue el 7º lugar en el Torneo Internacional de París, el tercero de los grandes torneos de la historia del ajedrez (1º, Londres 1851, 2º, Londres 1862, ambos ganados por Anderssen).
Abogado riojano nacido en Logroño el 24 de abril de 1820. Buscando mejor fortuna, pronto (en 1863) se trasladó a Cuba donde ejerció como Fiscal del Tribunal Contencioso de la capital de la isla. Falleció el 1 de abril de 1898 en La Habana.
 Considerado en su momento el mejor jugador aficionado del mundo, Golmayo llegó a disputar matches con los mejores jugadores de la época: Morphy, Steinitz, Mackenzie, Blackburne, etc. También (debe decirse) que es el único ajedrecista español del XIX que obtuvo la categoría de MI (no existía entonces todavía el título de GM). 
No destacó solamente como jugador, sino también como organizador. Su principal labor fue la de impulsar el ajedrez en Cuba desde la ciudad de La Habana, organizando numerosos eventos de gran resonancia incluyendo las dos finales por el Campeonato Mundial, disputadas entre Steinitz y Chigorin en 1.889 y 1.892 respectivamente. En el año 1.865 se había fundado el Club de Ajedrez de La Habana, el cual llegó a ser el más famoso club ajedrecista del mundo a fines del siglo XIX. Golmayo fue su primer Presidente. Y podemos afirmar, sin ninguna duda, que la gran afición ajedrecística que existe entre los cubanos se debe en gran parte a Celso Golmayo.
Celso F. Golmayo
  • Vicente MARTINEZ de CARVAJAL. Nació en Almería un día del año 1840. Debió de residir algún tiempo en Barcelona y también en Madrid, pues como señala Pablo Morán, “a principios de 1862” los asiduos al Café Europa se constituyeron en Círculo bajo la presidencia de Golmayo y ocupando Carvajal el cargo de primer secretario.
Como hiciera anteriormente Celso Golmayo, se marchó a Cuba alrededor de 1868, buscando mejores oportunidades de hacer fortuna. Allí contrajo matrimonio con la pianista Elisa del Camino y estableció su residencia en la isla. De todas formas hizo frecuentes viajes a España y, en una de sus estancias, conquistó el campeonato de Madrid. En 1891 estuvo en Barcelona pues esa fecha se repite en diferentes fuentes para datar la victoria que José María Baquero obtendría sobre Carvajal en el encuentro que los enfrentó (+9-5=0), único que el almeriense perdió con los ajedrecistas barceloneses.
 
Vicente Martínez de Carvajal
Don Vicente fue administrador de la Aduana de Cienfuegos y, desde su cargo –dice la revista JAQUE MATE, editada en Cuba- “ayudó a la causa libertaria de nuestra patria”. Siendo Vicepresidente del Club de Ajedrez de la Habana en 1892 fue cesado en su empleo de Administrador de la Aduana de Matanzas por decisión del Gobierno de España. Como nota curiosa, señalaré que una hija de don Vicente, Laura Martínez de Carvajal, fue la primera mujer graduada en medicina por la Universidad de La Habana, un hecho sin precedentes ya que, hasta que no se concedió este permiso desde España, no era posible que una mujer obtuviera la licenciatura de medicina en Cuba.
En el año 1899, Martínez de Carvajal disputó en La Habana un pequeño encuentro de entrenamiento con el vigente campeón del Mundo previo a la defensa del título ante Chigorin. Aunque perdió por 4 a 1, ofreció fuerte resistencia al campeón y le derrotó en la siguiente partida. (Esta en Jaque 1987, p.225)
¿Qué fue de don Vicente en los últimos años de su vida? La guerra de independencia comenzó en Cuba en 1895 y, después de la intervención de los EE.UU., España tuvo que reconocer, por el Tratado de París (1898), la independencia de las colonias de Cuba, Puerto Rico y Filipinas. Una nieta suya recordaba “cómo por el año 1908, residiendo en Nueva York, Capablanca iba a buscar a papá Vicente para llevarlo al Manhattan Chess Club”.
Martínez de Carvajal murió en Barcelona el año 1917.
Si la ausencia de Golmayo y Carvajal supuso un duro golpe para el desarrollo del ajedrez madrileño de finales del siglo XIX, no cabe duda de que la presencia de ambos por la misma época en Cuba, ayudó (y mucho) a consolidar el movimiento ajedrecístico que ya se hacía notar en la isla.


La valiosa foto corresponde a la lucha entre Steinitz y Chigorin por el cetro mundial, librada en la Habana en 1889. Junto a ellos, sentados, poniendo de manifiesto su prestigio en Cuba, vemos a Carvajal (junto a Chigorin) y Golmayo (en el centro). Ambos dejaron un profundo vacío en el ajedrez español, quizás paliado por el florecimiento del ajedrez en Cuba, cuyo feliz corolario fue la luminosa figura de Capablanca. Es una estampa romántica, íntima, de otros tiempos, que indudablemente ya no volverán. (Del artículo de J.A. Garzón)
  • He tenido la suerte de encontrar un magnífico artículo de J.A. Garzón sobre CELESTINO A.R. VALDESPINO, sin cuyas anotaciones no hubiera podido trasladar hasta aquí un mínimo de datos para poder acercarnos a esta casi desconocida figura del ajedrez español. Y sin embargo…“Fue este un jugador muy notable, de quien fueron discípulos aventajados los Sres. Golmayo y Martínez de Carvajal. Valiente en la concepción, de procedimientos brillantes, no había en la corte quien le resistiera” (Juan Capó. La Apertura Española o Ruy López, Barcelona, 1899).

Celestino Alonso Rodríguez Valdespino nació (1828) en Benavente, provincia de Zamora. Rodriguez y Valdespino eran, al parecer, los apellidos de su madre. Desde muy niño, en Benavente ganaba a todos en el juego de damas y a los 20 años era ya un consumado jugador de ajedrez. Fue funcionario del ministerio de Hacienda hasta el año 1867, cuando estableció en Madrid un taller de litografía. “Según nos comunicó Carvajal -dice Paluzíe- Valdespino era un verdadero genio ajedrecista, tanto, que de haber vivido en Alemania, en Inglaterra o en otra nación de ambiente más propicio que el nuestro al ajedrez, hubiera rivalizado con los más insignes maestros del siglo XIX”.

El propio Paluzíe comenta que Valdespino sostuvo varios encuentros con Golmayo en Madrid (parece que llegó a concertarse un match para celebrar al regreso de Golmayo del Torneo de París, 1867), “con éxito lisonjero, menos en los últimos tiempos de su vida, cuando su salud estaba del todo quebrantada por la enfermedad crónica (una enfermedad pulmonar) que le amargó la existencia, y le ocasionó la muerte (1875) en dicha capital”.

  • Gabriel DOMINGUEZ (+1891) muy afamado jugador de Madrid y habilísimo en los finales.Nos cuentan testigos oculares, que por los años de 1860 a 1870, existía en Madrid numerosa tertulia ajedrecística, que se reunía en el Café del Siglo, y de la cual formaba parte, entre otros, D. Gabriel Domínguez (falleció en Madrid, en 1891) llamado el papaíto, por ser el decano de la reunión, el cual hacía frente, a veces con éxito, al famoso maestro Valdespino.” (Juan Capó en “La apertura española o Ruy López”, editado en Barcelona 1899).

Del Café del Siglo solamente puedo decir que estaba en la calle Carretas y que se abrió el 24 de mayo de 1864.

  • Aurelio ABELA (1843-92). Médico de profesión y eminente compositor de problemas, muchas de cuyas obras se encuentran en la colección de Dufresne.

Cuando nos adentramos en el siglo XX, la creación de clubs con dedicación especial a la práctica del juego, desplaza a los jugadores hacia estos centros abandonando los Cafés. Claro está que los dueños de estos establecimientos no están dispuestos –en los tiempos que corren- a mantener abiertos sus locales a clientes que consumen tan poco “de pago” (café, bebidas,…) y tanto “gratuito” Mesas, tableros y fichas, luz, calefacción,…). El 11 de febrero de 1919 se registra en Zaragoza, la fundación del primer círculo ajedrecístico legalmente constituido en España…

Todavía pervive en Madrid un antiguo Café en el que pueden solicitarse tablero y piezas para disputar una partida de ajedrez: el Café Comercial, ubicado en la glorieta de Bilbao. Se trata de uno de los más antiguos de la capital. Fundado a finales del XIX, dio cobijo a numerosas tertulias literarias en el periodo de postguerra. Fue uno de los primeros Cafés en emplear camareras.

El mencionado Café abrió sus puertas en el mes de marzo de 1887 siendo su primer propietario Don Antonio Gómez Fernández. El local pasó a la familia Contreras (Don Antonio Contreras era oriundo de La Habana) en 1909 y cobró mucha fama, pues pasó a ser uno de los más concurridos cuando cerró, por obras, el Café Gijón. El aspecto que posee en la actualidad el establecimiento de la Glorieta de Bilbao refleja la gran reforma abordada por sus dueños en el año 1953. Posee dos entradas, una de ellas con puerta giratoria por la misma Glorieta. También tiene dos plantas: en la baja una barra y un espacio acondicionado con diversas mesas. En la planta superior se puede jugar al ajedrez a cualquier hora sin más que pedir un tablero y unas fichas al camarero, pues allí tiene también su sede el Club de Ajedrez Café Comercial

De los Cafés que “vivieron” las experiencias ajedrecísticas de los asiduos visitantes que buscaban su solaz ante el tablero durante la década de los cincuenta, cuando el siglo XX doblaba ya la mitad de su existencia, tengo alguna experiencia con notas y referencias que me gustaría ampliar…

Desde luego, el local más visitado era sin duda el Café Callao…

Yo mismo recuerdo, en el barrio de Argüelles, la Cafetería Maira, entre las calles Donoso Cortés y Guzmán el Bueno, donde tuvo su asiento desde 1956 el Club Maira, por donde pasaron jugadores de calibre como José Sanz, ex campeón de España, J.M. Fuentes, y R. Campuzano, ex campeón de Valencia.

Y con más detalle recuerdo también otro Café (Bar Jorpe) de la misma calle, Guzmán el Bueno 63, donde se fundó el Club Capablanca en 1957. César Estrada y yo habíamos abandonado el Don Bosco… Y, en el recién fundado club, coincidimos con Pérez Conde, el canario Cesaro (o Renshaw), Dedicación, Espejo, Pérez Arriaga y algunos más. En el torneo social, hice el mejor resultado de mi vida (8 ½ puntos de 10 posibles) y recibí como premio un trofeo y un juego de piezas de ajedrez que todavía conservo.

Un año más tarde, el 4 de agosto de 1958, comenzaba el primer torneo Copa de Campeones “Chardenet”, organizado por un club de reciente fundación, el Club Chardenet, cuya sede estaba en el Bar “El Albergue” de General Mola 202.

A Ricardo Lamarca debo todos los datos que ofreceré a continuación sobre la Peña Pomar pues, a pesar de ser contemporánea de mi paso por el ajedrez madrileño, nunca había oído hablar de este club. Se fundó, ¡exactamente!, el día 10 de octubre de 1958, con sede en un local de la plaza de la Moncloa nº6, donde abría sus puertas la Cafetería Los Alpes. El establecimiento era propiedad de Pedro Marchi Silvestre, un voluntario italiano que vino a España para participar en nuestra guerra civil al lado del general Franco. En el acta fundacional, que amablemente me ha ofrecido Ricardo, también figuran Rafael Ochando Pérez-Monte que procedía del Club Cristales de Canillejas y José Brotons Dil, experimentado jugador con conocimientos teóricos. Presidente se nombró a Ricardo Lamarca y Tesorero a Pedro Marchi.