Julián Alonso Martín
Jaque 621
Creo
que fue el general Rojo, probablemente la cabeza “mejor amueblada”
del ejército republicano durante la Guerra Civil española, quien
dijo que “las
guerras se ganan en la retaguardia”.
Yo no sé si los rusos rechazaron y después derrotaron a los
alemanes en la II Guerra Mundial gracias a la tarea desempeñada por
su retaguardia. Lo que sí sé es que el ajedrez soviético prestó
un gran servicio a los ejércitos de su país actuando en las líneas
alejadas de los frentes de batalla.
Cientos
de miles de jugadores –según Grekov- fueron inmediatamente
movilizados en las fechas que siguieron a la invasión alemana. En
junio de 1941, se estaba disputando en Rostov del Don una de las
cuatro semifinales programadas para seleccionar a los participantes
en el que debería haber sido el XIII Campeonato Absoluto de la URSS.
La tarde en la que se disputaba la 9ª ronda, la esposa de
Ilyin-Genevsky entró en la sala de juego y, muy agitada, informó a
los presentes: “En la radio están diciendo que los alemanes han
atacado a la Unión Soviética”. Sólo faltaba disputar la 10ª
ronda... Pero, al día siguiente, 23 de junio, varios de los
participantes recibieron la orden de incorporarse a los centros de
reclutamiento. Pocos días más tarde, Genrik Kasparian se encontraba
ya en Crimea participando en las más duras batallas.
Todos
los varones nacidos entre 1905 y 1918 fueron llamados a prestar su
ayuda para la defensa de la patria. Los jugadores de ajedrez, desde
los principiantes hasta los maestros, sirvieron a su país en tiempo
de guerra de muy diferentes maneras: en los frentes de batalla y en
la retaguardia, en las fábricas, en los talleres y en los
laboratorios... Alexander Chistyakov, que tenía el título de
Maestro del Deporte desde 1938, luchó en Crimea, enrolado en un
batallón de zapadores. A Pavel Kondratiev le correspondió prestar
servicios en un torpedero. Por su parte, Josif Pogrebissky se unió
al cuerpo de Caballería y recorrió, luchando, el camino desde
Stalingrado a Berlín. Cuando comenzó la guerra, este maestro de
Kiev era un civil que hablaba diez idiomas y tenía escritos algunos
libros sobre temas de mecánica; a su regreso había alcanzado el
grado de comandante. Y el de capitán de navío, Grigory Goldberg
(1908-1976) que fue “segundo” de Botwinnik en su match con
Smyslov de 1958.
Con
18 años, Semyon Furman comenzó a trabajar como ajustador en una
fábrica de Leningrado; en 1941, fue evacuado de la ciudad sitiada y
desplazado a Kazan donde se había instalado la fábrica.
Botwinnik,
que ya era un “privilegiado”, prestó no obstante sus
conocimientos de ingeniería para inspeccionar la producción
eléctrica en los Urales.
Por
su parte, Alexander Kotov se quedó en Moscú. Estuvo trabajando para
la oficina de proyectos en una fábrica de material de guerra, donde
llegó a ocupar el cargo de ingeniero-jefe. Después de muchos meses
de estudio, duro trabajo e investigación, consiguió construir un
lanzagranadas que fue rápida y provechosamente utilizado en aquella
guerra. Por este logro, Kotov recibió una condecoración (la Orden
de Lenin) que le fue entregada en una ceremonia celebrada en el
Kremlin a mediados de 1944.
![]() |
Sergey
Belavenetz,
primera
víctima mortal entre los maestros
|
Como
otros sectores de la población civil, los ajedrecistas conocieron
los horrores de la guerra, padecieron el dolor, las heridas y la
muerte. Belavenetz que había sido campeón de Moscú 1937-38 y
participó en la mencionada semifinal de Rostov del Don, resultó la
primera víctima mortal entre los maestros. Mark Stolberg, el más
joven de los participantes en la misma semifinal, también cayó en
el frente, cerca de Novosibirsk, cuando sólo contaba 20 años y ya
se le auguraba un prometedor futuro. El 4 de septiembre de 1941
comenzaba el asedio de Leningrado: novecientos días estuvo la ciudad
sitiada. Los compositores Alexey Troitzky y Leonid Kubbel, murieron
durante ese tiempo. Nikolai Riumin e Ilya Rabinovich, aunque
consiguieron salir de la ciudad cercada, murieron poco después. Se
dijo también –hoy parece comprobado-que Ilyin-Genevsky había
fallecido a consecuencia de una bomba que soltó un avión alemán
sobre la barca ocupada por un grupo de leningradenses que huían de
la ciudad amenazada atravesando el lago Ladoga.
Mucho
más numerosos fueron los heridos. Ellos merecen especial
consideración en estas notas... Porque, retirados del frente de
batalla a causa de sus heridas o enfermedades, siguieron prestando
servicios de muy variada naturaleza a su país, aunque siempre con
sus esfuerzos dirigidos contra el invasor alemán. Y, terminada la
guerra, sirvieron a la causa del ajedrez enseñando los rudimentos
del juego a otros, haciendo de preparadores de los más dotados o
entrenadores de los que ya eran figuras destacadas, escribiendo
libros, trabajando y analizando el juego formando su acervo teórico….
En
octubre de 1941, Vasily Byvshev resultó gravemente herido en la
defensa de Moscú. Años más tarde se convirtió en un prominente
entrenador de Leningrado.
Chystiakov,
pianista de profesión al que ya hemos mencionado, enseñó ajedrez
después de la Guerra a los más jóvenes del Palacio de los Pioneros
de Moscú.
Una
alumna de Pavel Kondratiev, Irina Levitina, disputó a Maya
Chiburdanidze el título femenino mundial en 1984.
Algunos
de aquellos heridos consiguieron luego un cierto renombre en
diferentes ámbitos de nuestro juego. Yacob
Neistadt,
mandaba, con poco más de dieciocho años, un pelotón de fusileros
y, al terminar la guerra, regresó a casa herido y enfermo de
tuberculosis. Trabajó como editor de “El
Ajedrez en la URSS” y
luego como redactor-jefe de “64”.
Prolífico
autor, a Occidente han llegado varios de sus cuidados libros.
(Sosonko le dedica un capítulo en su última -por ahora-
publicación: “Smart
Chip from St. Petersburg”).
El
bielorruso, nacido en Minsk, Gavriil Veresov
(1912-79)
también
cayó herido en el frente de batalla y alcanzó el grado de capitán.
De regreso a su ciudad, una vez terminada la guerra, resultó elegido
por el pueblo para el Soviet Supremo de la República. Luego ocupó
un alto cargo en la Sociedad Bielorrusa para las Relaciones
Culturales con los Países Extranjeros y estuvo al frente de la
Sección de Ajedrez, realizando un buen trabajo para popularizar el
juego en los pueblos y ciudades de la república.
La
opinión de Bronstein: “Debe usted saber que Veresov era
anti-semita; vivía en Minsk y era un auténtico enemigo de Isaac
Boleslavsky”, me dejó un tanto sorprendido… pero así queda
recogido en “The
Sorcerer´s Apprentice” del
genio recientemente fallecido.
Pyotr
Dubinin
(1909-83)
llevó en su mochila un libro de ajedrez durante todo el tiempo que
estuvo luchando en el frente del Oeste. Su comportamiento militar
mereció numerosas condecoraciones. Sufrió la congelación de ambas
piernas y, después de una grave “neurosis de guerra”, fue
enviado a la retaguardia con el grado de comandante.
Había
nacido en Varsovia en el seno de una familia que formaban Vasily
Dubinin, obrero metalúrgico, y María Leontevna, de nacionalidad
polaca. Poco después del comienzo de la Primera Guerra Mundial, la
familia se trasladó a Nijni Novgorod, una de las más grandes
ciudades rusas, al Este de Moscú y en la confluencia de los ríos
Volga y Oka. Cansado por la constante búsqueda de trabajo y de la
dura lucha para obtener medios de subsistencia, el padre murió de
agotamiento en 1921, en plena guerra civil. Así que el joven Pyotr,
con sólo 14 años, se vio obligado a colocarse como cargador de los
muelles para ayudar al sostenimiento de la familia.
Los
trabajadores que montaban un puente para cruzar el río Oka solían
reunirse por las tardes en un club de la ciudad y se entretenían
leyendo periódicos o jugando al ajedrez. En ese lugar se presentó
un día el joven cargador y pronto empezó a destacar hasta el punto
que sus amigos lo conocían como “nuestro campeón”.
En
1932, la ciudad cambió de nombre y pasó a llamarse Gorki en memoria
del famoso novelista que allí había nacido en 1862. Los soviéticos
convirtieron la ciudad en un gran centro industrial montando una
factoría gigante de automóviles que fue durante algún tiempo
(1941) la única fuente de suministro de coches y camiones para el
Ejército Rojo y no detuvo su trabajo a pesar de de las incursiones
de la aviación nazi.
Con
23 años, P. Dubinin comienza a prestar servicios en el ejército y,
participando en sus competiciones, tiene oportunidad de mejorar mucho
su juego. En 1934, se encuentra con el éxito: representando a Gorki,
participa en el campeonato de la Federación Rusa y se clasifica en
el segundo lugar –detrás de Belavenetz- sin perder partida. Cuando
está próxima la terminación del año, se encuentra en Leningrado
disputando la final del IX Campeonato de la URSS; su pobre
clasificación (18º/19º entre 20 jugadores) no deslució, sin
embargo, sus triunfos sobre I. Rabinovich (1º/2º clasificado),
Lisitsyn, Ragozin, Chekover e Ilyin-Genevsky.
Dubinin,
P. - Petrov, N.
Rostov
del Don, 1936
(Los
comentarios son del ganador)
1.e4
e6 2.d4 d5 3.¤c3 dxe4
Una
defensa muy pasiva que da al Negro un juego muy apretado y con
oportunidades de ganar reducidas al mínimo.
4.¤xe4
¤d7 5.¤f3 ¤gf6 6.¤g3 c5 7.dxc5 ¥xc5 8.¥d3 £b6
Esto
incrementa las dificultades de las negras. Era mejor 8...0–0
seguido de ...b6 y ...¥b7, con una partida relativamente
satisfactoria.
9.0–0
0–0 10.£e2 ¦e8 11.c3 ¤f8
Preferible
hubiera sido reconocer que su octavo movimiento había constituido un
error, jugando ahora 11...£c7 y luego ...b6.
12.¤e5
¤g6 13.¥xg6!
Este
inesperado movimiento comienza un ingenioso ataque en el ala de Rey.
El elemento más importante en eta acción será el avance del PTR.
13...hxg6
14.h4
Este
ataque tiene más mordiente de lo que parece a primera vista.
14...£c7
15.h5 gxh5 16.¤xh5 ¤h7
El
Negro retira su Caballo para evitar el debilitamiento su enroque en
caso de ser cambiado; pero pasa por alto la combinación que viene
ahora.
17.¤xg7!!
El
sacrificio de Caballo es muy interesante pues aunque el Blanco no ha
terminado su desarrollo, las negras son incapaces de conseguir una
defensa satisfactoria. Una serie de golpes enérgicos se le viene
encima hasta que su rendición es forzada.
17...¢xg7
18.£h5 ¥f8
La
amenaza es: 19.¥h6+ ¢f6 (19...¢h8
20.¤xf7+) 20.£h4+
¢xe5 21.¥f4+ y gana.; Si 18...¢g8 19.¦e1! ¦e7 (19...¦d8
20.¥h6 ¥f8 21.¦e3 con
ataque ganador)
20.£g4+ ¢h8
21.¥h6.
19.¦e1
¢g8 20.¦e3 ¦e7 21.¦g3+ ¥g7 22.¦xg7+!
De
nuevo un sacrificio en g7.
22...¢xg7
23.¥h6+ ¢h8
24.¦d1!
¤f6
Resulta
evidente que la situación de las negras es desesperada. En caso de
24...£xe5, 25.¦d8+ es definitiva. Contra 24...¥d7 es suficiente
25.¤xf7+ ¦xf7 (25...¢g8
26.£g6#) 26.£xf7
y todo se acabó.
25.¥g7+!
¡Tercer
sacrificio en la misma casilla! Esto se está convirtiendo en una
costumbre.
25...¢xg7
26.£g5+ ¢h8
Si
26...¢h7 27.¦d3; mientras que 26...¢f8 se responde con 27.£xf6 a6
(no) y no hay defensa contra 28.¤g6+.
27.£xf6+
¢g8 28.¦d3 Se
rinden.
[Event "J621 Rostov on Don"]
[Site "Rostov on Don"]
[Date "1936.??.??"]
[Round "?"]
[White "Dubinin, Peter Vasilievich"]
[Black "Petrov, V."]
[Result "1-0"]
[ECO "C10"]
[PlyCount "55"]
[EventDate "1936.??.??"]
[EventType "game"]
[EventCountry "URS"]
[Source "ChessBase"]
[SourceDate "2013.11.20"]
1. e4 e6 2. d4 d5 3. Nc3 dxe4 4. Nxe4 Nd7 5. Nf3 Ngf6 6. Ng3 c5
7. dxc5 Bxc5 8. Bd3 Qb6 (8... O-O) 9. O-O O-O 10. Qe2 Re8 11. c3 Nf8 (11... Qc7
) 12. Ne5 Ng6 13. Bxg6 $1 hxg6 14. h4 Qc7 15. h5 gxh5 16. Nxh5 Nh7 {Diagrama
[#]} 17. Nxg7 $3 Kxg7 18. Qh5 Bf8 (18... Kg8 19. Re1 $1 Re7 (19... Rd8 20. Bh6
Bf8 21. Re3) 20. Qg4+ Kh8 21. Bh6) 19. Re1 Kg8 20. Re3 Re7 21. Rg3+ Bg7 22.
Rxg7+ $1 Kxg7 23. Bh6+ Kh8 {Diagrama [#]} 24. Rd1 $1 Nf6 (24... Bd7 25. Nxf7+
Rxf7 26. Qxf7) 25. Bg7+ $1 (25. Rf1) 25... Kxg7 26. Qg5+ Kh8 (26... Kh7 27. Rd3
) (26... Kf8 27. Qxf6) 27. Qxf6+ Kg8 28. Rd3 1-0
Seguimos
hablando de Dubinin…Con más de 190 cm de estatura y más de 110
kilos de peso, su presencia física le hizo merecedor del título de
“Hércules del Volga”. Escribe Kotov en sus “Apuntes
de un ajedrecista”
que “era blando de carácter y, de ordinario, solía andar con
miedo por la escena donde se celebraban los torneos, como si temiera
aplastar a algún jugador, particularmente a los de escasa estatura
como Belavenetz o yo.”
Mejores
fueron sus clasificaciones (8º lugar) en el XI Campeonato de la URSS
(1939) y en el XII (1940). (Recordemos que el siguiente campeonato
-el XIII- no pudo celebrarse hasta 1944 por causa de la guerra).
Dubinin estaba jugando la semifinal de Rostov del Don que hemos
mencionado al principio cuando, en junio de 1941, los alemanes
invadieron el territorio de la URSS… Y cuando, junto a su batallón,
participaba en el ataque a la ciudad de Könisberg, a orillas del mar
Báltico, recibió una invitación para las semifinales del XIV
campeonato soviético. El asalto comenzó el 8 de abril de 1945 y,
dos días más tarde, la ciudad ya estaba en poder de los rusos; en
1946 pasó a llamarse Kaliningrado.
Después
de la guerra Pyotr Dubinin se estableció en Gorki donde trabajó
activamente para popularizar el ajedrez entre los trabajadores de la
gran factoría automovilística. Pero no vemos su nombre en ningún
otro Campeonato Absoluto de la URSS. Sin embargo, tenemos que reseñar
un hecho curioso relacionado, todavía, con su participación en el
juego ante el tablero. En dos años consecutivos, 1948 y 49, obtiene
dos Premios de Belleza por partidas ganadas al mismo adversario
(Novotelnov) y en la misma competición (Campeonato de la Federación
Rusa).
Unos
años más tarde se sintió atraído por el juego a través del
correo obteniendo, muy pronto, excelentes resultados. Sus
conocimientos de la teoría y la profundidad de los análisis que era
capaz de conseguir, fueron la base de aquellos triunfos. En el II
(1952-55), III (1955-57) y IV (1957-60) campeonatos de la URSS ocupó
siempre la 2ª posición de la tabla. Y en el III Campeonato del
Mundo (1959-62) también consiguió la medalla de plata al colocarse
tras Alberic O’Kelly que resultó triunfador. Justo premio a sus
resultados fue el título de GM de la ICCF. (En 1950 también había
recibido el de MI de la FIDE).
![]() |
Duz-Hotimirsky
|
Estas
anotaciones quedarían incompletas si no hiciera referencia en ellas
a la colaboración que los ajedrecistas prestaron en la retaguardia
para mantener la moral de los combatientes heridos que llenaban los
centros sanitarios….
Así lo explica Kotov: “Los maestros que se
quedaron en la capital realizaron una gran labor en los hospitales,
fuera de las horas de su servicio fundamental. Visitaron regularmente
a los heridos, les dieron conferencias y jugaron con ellos partidas
simultáneas. Yo también estuve varias veces en los hospitales de
Moscú, hablé de ajedrez a los heridos y les di una sesión de
simultáneas”. En 1943, cuando Yuri Averbach, que sólo contaba
entonces 23 años, expresó su extrañeza porque el maestro Alatorzev
hubiera cedido unas tablas ante un Héroe de la Unión Soviética
durante la exhibición de simultáneas que había ofrecido en el
Hospital Central de la Aviación, el interpelado contestó: “Mi
misión no es derrotarlos a todos y cada uno sino fortalecer su
interés por el ajedrez”. Y es que, para acrecentar la moral de los
combatientes se había creado un grupo de voluntarios ajedrecistas
(la llamada “brigada de Moscú”) que realizó más de 2.400
visitas a los hospitales, cuarteles y bases aéreas, ofreciendo
simultáneas, conferencias y lecciones a los heridos procedentes de
las zonas más castigadas por los combates.
Componían
esta brigada moscovita los maestros Alatorzev, Duz-Hotimirsky, Panov,
Udovic y Zubarev. La idea parece que fue del primero de los citados:
Alatorzev entró en contacto con su amigo Boris Weinstein quien, a su
vez, habló sobre el asunto con Zubarev y Udovich. Las buenas
relaciones que mantenía B. Weinstein en las altas esferas de la
política le permitieron obtener el decisivo apoyo y el soporte
económico necesario para su plan: el ajedrez era una forma de
cultura de gran utilidad en los hospitales, escuelas militares y
otros lugares donde se estuvieran formando unidades del ejército.
Con
la misma idea, en los hospitales de Sverdlovsk se ofrecieron en un
solo año 61 conferencias y 188 exhibiciones de simultáneas.
Aproximadamente 8.000 pacientes se beneficiaron con estas
manifestaciones del ajedrez.
Alexander
Tolush, dispensado del servicio obligatorio, se ofreció como
voluntario. Participando en acciones de guerra hizo un largo
recorrido desde Leningrado hasta territorio alemán, resultó herido
y consiguió su nombramiento de teniente.
![]() |
A. Tolush, en uniforme del ejercito, ofreciendo unas simultaneas en un sótano del Leningrado sitiado. |
Debemos
decir también que las competiciones a todos los niveles apenas se
interrumpieron. (Siempre es necesario “cuidar al cuidador”…).
En abril de 1942, un torneo organizado en Sverdlovsk (antigua
Ekaterimburgo, en el sudeste de Ucrania) se terminó con la victoria
del Teniente Ragozin.
Con
el hambre y el frío castigando duramente a los agotados habitantes
de la ciudad sitiada, un campeonato de Leningrado, organizado por
Abram Model, empezó a disputarse en diciembre de 1941. Diferentes
rondas de la competición se desarrollaron en los hospitales de la
gran urbe; de esta forma, los jugadores tuvieron la gran suerte de
poder disfrutar de una comida mejor de lo habitual, en los centros
sanitarios. Abram Model (1895-1976), además de asumir la tarea de
organizar la vida ajedrecística, se encargó de la evacuación de
¡casi 15.000 niños! y transportarlos fuera de la ciudad asediada.
Cuando, en enero de 1942, se hizo necesario evacuar a muchos enfermos
y heridos, el mismo Model iba de jefe del tren que se dirigía a
Ivanovo, una gran ciudad al noroeste de Moscú. Entre los evacuados
que viajaban en ese tren se encontraba el famoso compositor de
estudios y finales, Vitaly Chejover (1908-1965) quien, al parecer,
sufría una grave enfermedad neuromuscular. Ingresado en un hospital
empezó a mejorar tan rápidamente que, en marzo, se sintió con
fuerzas para dar una sesión de simultáneas a los Jóvenes Pioneros.
En
los meses de noviembre y diciembre de 1941, cuando la ofensiva de los
ejércitos alemanes sobre la capital adquirió su máxima intensidad,
el tradicional torneo-campeonato de Moscú se celebró, no obstante,
como estaba programado. El maestro Alatorzev se ocupó de la
organización. Ocho jugadores enfrentados a doble vuelta, tomaron
parte en la competición. Las partidas tuvieron que jugarse en
diferentes locales y en condiciones precarias, como puede suponerse.
Al final, Isaak Mazel (o Maisel), un teniente del Ejército Rojo se
alzó con la victoria. De inmediato tuvo que salir para el frente; en
1943, murió en el campo de batalla.
No
será necesario mencionar otros nombres… Con los citados debe ser
suficiente para comprender y valorar la tarea que llevaron a cabo
unos hombres a los que, si antes admiramos por su juego sobre el
tablero escaqueado, ahora, al conocer la formidable obra que
realizaron fuera de él, no podemos regatearles los elogios que
merecen .