1 de mayo de 2008

Retaguardias de Lujo


Julián Alonso Martín

Jaque 621 

Creo que fue el general Rojo, probablemente la cabeza “mejor amueblada” del ejército republicano durante la Guerra Civil española, quien dijo que “las guerras se ganan en la retaguardia”. Yo no sé si los rusos rechazaron y después derrotaron a los alemanes en la II Guerra Mundial gracias a la tarea desempeñada por su retaguardia. Lo que sí sé es que el ajedrez soviético prestó un gran servicio a los ejércitos de su país actuando en las líneas alejadas de los frentes de batalla.

Cientos de miles de jugadores –según Grekov- fueron inmediatamente movilizados en las fechas que siguieron a la invasión alemana. En junio de 1941, se estaba disputando en Rostov del Don una de las cuatro semifinales programadas para seleccionar a los participantes en el que debería haber sido el XIII Campeonato Absoluto de la URSS. La tarde en la que se disputaba la 9ª ronda, la esposa de Ilyin-Genevsky entró en la sala de juego y, muy agitada, informó a los presentes: “En la radio están diciendo que los alemanes han atacado a la Unión Soviética”. Sólo faltaba disputar la 10ª ronda... Pero, al día siguiente, 23 de junio, varios de los participantes recibieron la orden de incorporarse a los centros de reclutamiento. Pocos días más tarde, Genrik Kasparian se encontraba ya en Crimea participando en las más duras batallas.



Todos los varones nacidos entre 1905 y 1918 fueron llamados a prestar su ayuda para la defensa de la patria. Los jugadores de ajedrez, desde los principiantes hasta los maestros, sirvieron a su país en tiempo de guerra de muy diferentes maneras: en los frentes de batalla y en la retaguardia, en las fábricas, en los talleres y en los laboratorios... Alexander Chistyakov, que tenía el título de Maestro del Deporte desde 1938, luchó en Crimea, enrolado en un batallón de zapadores. A Pavel Kondratiev le correspondió prestar servicios en un torpedero. Por su parte, Josif Pogrebissky se unió al cuerpo de Caballería y recorrió, luchando, el camino desde Stalingrado a Berlín. Cuando comenzó la guerra, este maestro de Kiev era un civil que hablaba diez idiomas y tenía escritos algunos libros sobre temas de mecánica; a su regreso había alcanzado el grado de comandante. Y el de capitán de navío, Grigory Goldberg (1908-1976) que fue “segundo” de Botwinnik en su match con Smyslov de 1958.

Con 18 años, Semyon Furman comenzó a trabajar como ajustador en una fábrica de Leningrado; en 1941, fue evacuado de la ciudad sitiada y desplazado a Kazan donde se había instalado la fábrica.

Botwinnik, que ya era un “privilegiado”, prestó no obstante sus conocimientos de ingeniería para inspeccionar la producción eléctrica en los Urales.

Por su parte, Alexander Kotov se quedó en Moscú. Estuvo trabajando para la oficina de proyectos en una fábrica de material de guerra, donde llegó a ocupar el cargo de ingeniero-jefe. Después de muchos meses de estudio, duro trabajo e investigación, consiguió construir un lanzagranadas que fue rápida y provechosamente utilizado en aquella guerra. Por este logro, Kotov recibió una condecoración (la Orden de Lenin) que le fue entregada en una ceremonia celebrada en el Kremlin a mediados de 1944.
Sergey Belavenetz,
primera víctima mortal entre los maestros
 
Como otros sectores de la población civil, los ajedrecistas conocieron los horrores de la guerra, padecieron el dolor, las heridas y la muerte. Belavenetz que había sido campeón de Moscú 1937-38 y participó en la mencionada semifinal de Rostov del Don, resultó la primera víctima mortal entre los maestros. Mark Stolberg, el más joven de los participantes en la misma semifinal, también cayó en el frente, cerca de Novosibirsk, cuando sólo contaba 20 años y ya se le auguraba un prometedor futuro. El 4 de septiembre de 1941 comenzaba el asedio de Leningrado: novecientos días estuvo la ciudad sitiada. Los compositores Alexey Troitzky y Leonid Kubbel, murieron durante ese tiempo. Nikolai Riumin e Ilya Rabinovich, aunque consiguieron salir de la ciudad cercada, murieron poco después. Se dijo también –hoy parece comprobado-que Ilyin-Genevsky había fallecido a consecuencia de una bomba que soltó un avión alemán sobre la barca ocupada por un grupo de leningradenses que huían de la ciudad amenazada atravesando el lago Ladoga.


Mucho más numerosos fueron los heridos. Ellos merecen especial consideración en estas notas... Porque, retirados del frente de batalla a causa de sus heridas o enfermedades, siguieron prestando servicios de muy variada naturaleza a su país, aunque siempre con sus esfuerzos dirigidos contra el invasor alemán. Y, terminada la guerra, sirvieron a la causa del ajedrez enseñando los rudimentos del juego a otros, haciendo de preparadores de los más dotados o entrenadores de los que ya eran figuras destacadas, escribiendo libros, trabajando y analizando el juego formando su acervo teórico….

En octubre de 1941, Vasily Byvshev resultó gravemente herido en la defensa de Moscú. Años más tarde se convirtió en un prominente entrenador de Leningrado.

Chystiakov, pianista de profesión al que ya hemos mencionado, enseñó ajedrez después de la Guerra a los más jóvenes del Palacio de los Pioneros de Moscú.

Una alumna de Pavel Kondratiev, Irina Levitina, disputó a Maya Chiburdanidze el título femenino mundial en 1984.

Algunos de aquellos heridos consiguieron luego un cierto renombre en diferentes ámbitos de nuestro juego. Yacob Neistadt, mandaba, con poco más de dieciocho años, un pelotón de fusileros y, al terminar la guerra, regresó a casa herido y enfermo de tuberculosis. Trabajó como editor de “El Ajedrez en la URSS” y luego como redactor-jefe de “64”. Prolífico autor, a Occidente han llegado varios de sus cuidados libros. (Sosonko le dedica un capítulo en su última -por ahora- publicación: “Smart Chip from St. Petersburg”).



El bielorruso, nacido en Minsk, Gavriil Veresov (1912-79) también cayó herido en el frente de batalla y alcanzó el grado de capitán. De regreso a su ciudad, una vez terminada la guerra, resultó elegido por el pueblo para el Soviet Supremo de la República. Luego ocupó un alto cargo en la Sociedad Bielorrusa para las Relaciones Culturales con los Países Extranjeros y estuvo al frente de la Sección de Ajedrez, realizando un buen trabajo para popularizar el juego en los pueblos y ciudades de la república.

La opinión de Bronstein: “Debe usted saber que Veresov era anti-semita; vivía en Minsk y era un auténtico enemigo de Isaac Boleslavsky”, me dejó un tanto sorprendido… pero así queda recogido en “The Sorcerer´s Apprentice” del genio recientemente fallecido.

Pyotr Dubinin (1909-83) llevó en su mochila un libro de ajedrez durante todo el tiempo que estuvo luchando en el frente del Oeste. Su comportamiento militar mereció numerosas condecoraciones. Sufrió la congelación de ambas piernas y, después de una grave “neurosis de guerra”, fue enviado a la retaguardia con el grado de comandante.

Había nacido en Varsovia en el seno de una familia que formaban Vasily Dubinin, obrero metalúrgico, y María Leontevna, de nacionalidad polaca. Poco después del comienzo de la Primera Guerra Mundial, la familia se trasladó a Nijni Novgorod, una de las más grandes ciudades rusas, al Este de Moscú y en la confluencia de los ríos Volga y Oka. Cansado por la constante búsqueda de trabajo y de la dura lucha para obtener medios de subsistencia, el padre murió de agotamiento en 1921, en plena guerra civil. Así que el joven Pyotr, con sólo 14 años, se vio obligado a colocarse como cargador de los muelles para ayudar al sostenimiento de la familia.

Los trabajadores que montaban un puente para cruzar el río Oka solían reunirse por las tardes en un club de la ciudad y se entretenían leyendo periódicos o jugando al ajedrez. En ese lugar se presentó un día el joven cargador y pronto empezó a destacar hasta el punto que sus amigos lo conocían como “nuestro campeón”.

En 1932, la ciudad cambió de nombre y pasó a llamarse Gorki en memoria del famoso novelista que allí había nacido en 1862. Los soviéticos convirtieron la ciudad en un gran centro industrial montando una factoría gigante de automóviles que fue durante algún tiempo (1941) la única fuente de suministro de coches y camiones para el Ejército Rojo y no detuvo su trabajo a pesar de de las incursiones de la aviación nazi.

Con 23 años, P. Dubinin comienza a prestar servicios en el ejército y, participando en sus competiciones, tiene oportunidad de mejorar mucho su juego. En 1934, se encuentra con el éxito: representando a Gorki, participa en el campeonato de la Federación Rusa y se clasifica en el segundo lugar –detrás de Belavenetz- sin perder partida. Cuando está próxima la terminación del año, se encuentra en Leningrado disputando la final del IX Campeonato de la URSS; su pobre clasificación (18º/19º entre 20 jugadores) no deslució, sin embargo, sus triunfos sobre I. Rabinovich (1º/2º clasificado), Lisitsyn, Ragozin, Chekover e Ilyin-Genevsky.

Dubinin, P. - Petrov, N.

Rostov del Don, 1936

(Los comentarios son del ganador)



1.e4 e6 2.d4 d5 3.¤c3 dxe4


Una defensa muy pasiva que da al Negro un juego muy apretado y con oportunidades de ganar reducidas al mínimo.


4.¤xe4 ¤d7 5.¤f3 ¤gf6 6.¤g3 c5 7.dxc5 ¥xc5 8.¥d3 £b6


Esto incrementa las dificultades de las negras. Era mejor 8...0–0 seguido de ...b6 y ...¥b7, con una partida relativamente satisfactoria.


9.0–0 0–0 10.£e2 ¦e8 11.c3 ¤f8


Preferible hubiera sido reconocer que su octavo movimiento había constituido un error, jugando ahora 11...£c7 y luego ...b6.


12.¤e5 ¤g6 13.¥xg6!


Este inesperado movimiento comienza un ingenioso ataque en el ala de Rey. El elemento más importante en eta acción será el avance del PTR.


13...hxg6 14.h4


Este ataque tiene más mordiente de lo que parece a primera vista.


14...£c7 15.h5 gxh5 16.¤xh5 ¤h7
El Negro retira su Caballo para evitar el debilitamiento su enroque en caso de ser cambiado; pero pasa por alto la combinación que viene ahora.


17.¤xg7!!


El sacrificio de Caballo es muy interesante pues aunque el Blanco no ha terminado su desarrollo, las negras son incapaces de conseguir una defensa satisfactoria. Una serie de golpes enérgicos se le viene encima hasta que su rendición es forzada.


17...¢xg7 18.£h5 ¥f8


La amenaza es: 19.¥h6+ ¢f6 (19...¢h8 20.¤xf7+) 20.£h4+ ¢xe5 21.¥f4+ y gana.; Si 18...¢g8 19.¦e1! ¦e7 (19...¦d8 20.¥h6 ¥f8 21.¦e3 con ataque ganador) 20.£g4+ ¢h8 21.¥h6.


19.¦e1 ¢g8 20.¦e3 ¦e7 21.¦g3+ ¥g7 22.¦xg7+!


De nuevo un sacrificio en g7.


22...¢xg7 23.¥h6+ ¢h8
24.¦d1! ¤f6


Resulta evidente que la situación de las negras es desesperada. En caso de 24...£xe5, 25.¦d8+ es definitiva. Contra 24...¥d7 es suficiente 25.¤xf7+ ¦xf7 (25...¢g8 26.£g6#) 26.£xf7 y todo se acabó.


25.¥g7+!


¡Tercer sacrificio en la misma casilla! Esto se está convirtiendo en una costumbre.


25...¢xg7 26.£g5+ ¢h8


Si 26...¢h7 27.¦d3; mientras que 26...¢f8 se responde con 27.£xf6 a6 (no) y no hay defensa contra 28.¤g6+.


27.£xf6+ ¢g8 28.¦d3 Se rinden.
[Event "J621 Rostov on Don"] [Site "Rostov on Don"] [Date "1936.??.??"] [Round "?"] [White "Dubinin, Peter Vasilievich"] [Black "Petrov, V."] [Result "1-0"] [ECO "C10"] [PlyCount "55"] [EventDate "1936.??.??"] [EventType "game"] [EventCountry "URS"] [Source "ChessBase"] [SourceDate "2013.11.20"] 1. e4 e6 2. d4 d5 3. Nc3 dxe4 4. Nxe4 Nd7 5. Nf3 Ngf6 6. Ng3 c5 7. dxc5 Bxc5 8. Bd3 Qb6 (8... O-O) 9. O-O O-O 10. Qe2 Re8 11. c3 Nf8 (11... Qc7 ) 12. Ne5 Ng6 13. Bxg6 $1 hxg6 14. h4 Qc7 15. h5 gxh5 16. Nxh5 Nh7 {Diagrama [#]} 17. Nxg7 $3 Kxg7 18. Qh5 Bf8 (18... Kg8 19. Re1 $1 Re7 (19... Rd8 20. Bh6 Bf8 21. Re3) 20. Qg4+ Kh8 21. Bh6) 19. Re1 Kg8 20. Re3 Re7 21. Rg3+ Bg7 22. Rxg7+ $1 Kxg7 23. Bh6+ Kh8 {Diagrama [#]} 24. Rd1 $1 Nf6 (24... Bd7 25. Nxf7+ Rxf7 26. Qxf7) 25. Bg7+ $1 (25. Rf1) 25... Kxg7 26. Qg5+ Kh8 (26... Kh7 27. Rd3 ) (26... Kf8 27. Qxf6) 27. Qxf6+ Kg8 28. Rd3 1-0

Seguimos hablando de Dubinin…Con más de 190 cm de estatura y más de 110 kilos de peso, su presencia física le hizo merecedor del título de “Hércules del Volga”. Escribe Kotov en sus “Apuntes de un ajedrecista” que “era blando de carácter y, de ordinario, solía andar con miedo por la escena donde se celebraban los torneos, como si temiera aplastar a algún jugador, particularmente a los de escasa estatura como Belavenetz o yo.”


 
Mejores fueron sus clasificaciones (8º lugar) en el XI Campeonato de la URSS (1939) y en el XII (1940). (Recordemos que el siguiente campeonato -el XIII- no pudo celebrarse hasta 1944 por causa de la guerra). Dubinin estaba jugando la semifinal de Rostov del Don que hemos mencionado al principio cuando, en junio de 1941, los alemanes invadieron el territorio de la URSS… Y cuando, junto a su batallón, participaba en el ataque a la ciudad de Könisberg, a orillas del mar Báltico, recibió una invitación para las semifinales del XIV campeonato soviético. El asalto comenzó el 8 de abril de 1945 y, dos días más tarde, la ciudad ya estaba en poder de los rusos; en 1946 pasó a llamarse Kaliningrado.

Después de la guerra Pyotr Dubinin se estableció en Gorki donde trabajó activamente para popularizar el ajedrez entre los trabajadores de la gran factoría automovilística. Pero no vemos su nombre en ningún otro Campeonato Absoluto de la URSS. Sin embargo, tenemos que reseñar un hecho curioso relacionado, todavía, con su participación en el juego ante el tablero. En dos años consecutivos, 1948 y 49, obtiene dos Premios de Belleza por partidas ganadas al mismo adversario (Novotelnov) y en la misma competición (Campeonato de la Federación Rusa).

Unos años más tarde se sintió atraído por el juego a través del correo obteniendo, muy pronto, excelentes resultados. Sus conocimientos de la teoría y la profundidad de los análisis que era capaz de conseguir, fueron la base de aquellos triunfos. En el II (1952-55), III (1955-57) y IV (1957-60) campeonatos de la URSS ocupó siempre la 2ª posición de la tabla. Y en el III Campeonato del Mundo (1959-62) también consiguió la medalla de plata al colocarse tras Alberic O’Kelly que resultó triunfador. Justo premio a sus resultados fue el título de GM de la ICCF. (En 1950 también había recibido el de MI de la FIDE).
Duz-Hotimirsky
Estas anotaciones quedarían incompletas si no hiciera referencia en ellas a la colaboración que los ajedrecistas prestaron en la retaguardia para mantener la moral de los combatientes heridos que llenaban los centros sanitarios…. 
 

Así lo explica Kotov: “Los maestros que se quedaron en la capital realizaron una gran labor en los hospitales, fuera de las horas de su servicio fundamental. Visitaron regularmente a los heridos, les dieron conferencias y jugaron con ellos partidas simultáneas. Yo también estuve varias veces en los hospitales de Moscú, hablé de ajedrez a los heridos y les di una sesión de simultáneas”. En 1943, cuando Yuri Averbach, que sólo contaba entonces 23 años, expresó su extrañeza porque el maestro Alatorzev hubiera cedido unas tablas ante un Héroe de la Unión Soviética durante la exhibición de simultáneas que había ofrecido en el Hospital Central de la Aviación, el interpelado contestó: “Mi misión no es derrotarlos a todos y cada uno sino fortalecer su interés por el ajedrez”. Y es que, para acrecentar la moral de los combatientes se había creado un grupo de voluntarios ajedrecistas (la llamada “brigada de Moscú”) que realizó más de 2.400 visitas a los hospitales, cuarteles y bases aéreas, ofreciendo simultáneas, conferencias y lecciones a los heridos procedentes de las zonas más castigadas por los combates.

 
Componían esta brigada moscovita los maestros Alatorzev, Duz-Hotimirsky, Panov, Udovic y Zubarev. La idea parece que fue del primero de los citados: Alatorzev entró en contacto con su amigo Boris Weinstein quien, a su vez, habló sobre el asunto con Zubarev y Udovich. Las buenas relaciones que mantenía B. Weinstein en las altas esferas de la política le permitieron obtener el decisivo apoyo y el soporte económico necesario para su plan: el ajedrez era una forma de cultura de gran utilidad en los hospitales, escuelas militares y otros lugares donde se estuvieran formando unidades del ejército.

Con la misma idea, en los hospitales de Sverdlovsk se ofrecieron en un solo año 61 conferencias y 188 exhibiciones de simultáneas. Aproximadamente 8.000 pacientes se beneficiaron con estas manifestaciones del ajedrez.

Alexander Tolush, dispensado del servicio obligatorio, se ofreció como voluntario. Participando en acciones de guerra hizo un largo recorrido desde Leningrado hasta territorio alemán, resultó herido y consiguió su nombramiento de teniente. 
A. Tolush, en uniforme del ejercito, ofreciendo unas simultaneas en un sótano del Leningrado sitiado.
 
Debemos decir también que las competiciones a todos los niveles apenas se interrumpieron. (Siempre es necesario “cuidar al cuidador”…). En abril de 1942, un torneo organizado en Sverdlovsk (antigua Ekaterimburgo, en el sudeste de Ucrania) se terminó con la victoria del Teniente Ragozin.

Con el hambre y el frío castigando duramente a los agotados habitantes de la ciudad sitiada, un campeonato de Leningrado, organizado por Abram Model, empezó a disputarse en diciembre de 1941. Diferentes rondas de la competición se desarrollaron en los hospitales de la gran urbe; de esta forma, los jugadores tuvieron la gran suerte de poder disfrutar de una comida mejor de lo habitual, en los centros sanitarios. Abram Model (1895-1976), además de asumir la tarea de organizar la vida ajedrecística, se encargó de la evacuación de ¡casi 15.000 niños! y transportarlos fuera de la ciudad asediada. Cuando, en enero de 1942, se hizo necesario evacuar a muchos enfermos y heridos, el mismo Model iba de jefe del tren que se dirigía a Ivanovo, una gran ciudad al noroeste de Moscú. Entre los evacuados que viajaban en ese tren se encontraba el famoso compositor de estudios y finales, Vitaly Chejover (1908-1965) quien, al parecer, sufría una grave enfermedad neuromuscular. Ingresado en un hospital empezó a mejorar tan rápidamente que, en marzo, se sintió con fuerzas para dar una sesión de simultáneas a los Jóvenes Pioneros.

En los meses de noviembre y diciembre de 1941, cuando la ofensiva de los ejércitos alemanes sobre la capital adquirió su máxima intensidad, el tradicional torneo-campeonato de Moscú se celebró, no obstante, como estaba programado. El maestro Alatorzev se ocupó de la organización. Ocho jugadores enfrentados a doble vuelta, tomaron parte en la competición. Las partidas tuvieron que jugarse en diferentes locales y en condiciones precarias, como puede suponerse. Al final, Isaak Mazel (o Maisel), un teniente del Ejército Rojo se alzó con la victoria. De inmediato tuvo que salir para el frente; en 1943, murió en el campo de batalla.



No será necesario mencionar otros nombres… Con los citados debe ser suficiente para comprender y valorar la tarea que llevaron a cabo unos hombres a los que, si antes admiramos por su juego sobre el tablero escaqueado, ahora, al conocer la formidable obra que realizaron fuera de él, no podemos regatearles los elogios que merecen .

1 de enero de 2008

Los alemanes no regresaron


Julián Alonso Martín
(Jaque 617)

El equipo victorioso en la Olimpiada de Buenos Aires (1939) no volvió a su país al término de la competición... Se quedó en Argentina.

 (Visor con las partidas del artículo al final)
Veintisiete equipos, divididos en cuatro grupos, se enfrentaron en las rondas preliminares de la VIII Olimpiada de Ajedrez para seleccionar a los dieciseis conjuntos que disputarían la Copa Hamilton Russell, dejando a los once restantes en el grupo que pelearía por conseguir la Copa República Argentina. El Teatro Politeama de la capital bonaerense era el escenario elegido para dar cobijo a la gran competición del ajedrez internacional. El día 31 de agosto terminaba la fase previa. 
   Lejos de allí, en otro escenario bien distinto, Alemania estaba produciendo la más grande conmoción en la historia del siglo XX: a las 4h45m de la madrugada del día 1 de septiembre de 1939, tropas de la Wehrmacht invadían Polonia. La Guerra estallaba en Europa y la noticia llegaba, muy pronto, a Buenos Aires.
   La nueva situación que provocó el conflicto armado condicionó, por supuesto, el posterior desarrollo de la contienda sobre el tablero de las 64 casillas. El equipo inglés hizo las maletas y regresó a su país dejando al Grupo Principal con sólo quince equipos representativos. Con no pocos obstáculos para el normal desarrollo de la competición (la FADA se vio obligada a repartir los puntos de los enfrentamientos previstos entre los equipos de naciones beligerantes), la victoria se decantó a favor del equipo  presentado por Alemania, con medio punto de ventaja solamente sobre el de Polonia, sin que sus jugadores se hubieran enfrentado directamente en el tablero. Es cierto que ambos equipos eran los favoritos para la victoria; pero los polacos jugaron la fase final muy preocupados por los acontecimientos en su país (el 9 de septiembre, los ejércitos alemanes estaban ante Varsovia) y perdieron sus enfrentamientos con Suecia y Holanda. El conjunto alemán, sin embargo, no perdió ningún encuentro y puntuó de forma eficaz en todos sus compromisos. Ludwig Engels, que ocupaba el tercer tablero, se hizo acreedor a una doble medalla: la que recibió como componente del equipo triunfador y la de mejor resultado individual en su tablero (+12, =4, equivalente al 87,5% de la puntuación posible). En el segundo tablero, Paul Michel también resultó imbatido; y aunque no consiguiera la efectividad de su compañero, tiene entre sus méritos la partida que ganó a Foltys, de la que Alekhine dijo: "Esta es, en mi opinión, una de las más finas producciones de la competición del año 1939, debido a la pureza de estilo." (Puede verse en “Gran Ajedrez”. Ed. Ricardo Aguilera; Madrid, 1947). 
   La formación del equipo representativo de la Alemania de Hitler se había visto influido por la situación política. El Anschluss (marzo de 1938) había dado a las autoridades nazis no solamente el dominio sobre el territorio austríaco sino también –según parece- el de los jugadores de ajedrez del país anexionado. (Austria, que había concurrido a las Olimpiadas anteriores con equipo propio, se quedó sin representación). Eric Eliskases, primer tablero, y Albert Becker, capitán del equipo, nacidos en Innsbruck y Viena, respectivamente, fueron incorporados al conjunto de la Gran Alemania. En la Olimpiada, ambos jugadores tuvieron un excelente desempeño deportivo. Eliskases solamente perdió dos partidas: con Alekhine y con Opocensky. El quinto componente del equipo, Heinrich Reinhardt, fue el menos efectivo; pero aún así, superó el 54% de la puntuación posible.
Al finalizar la competición, muchos de los jugadores –especialmente los de origen judío- se mostraron poco dispuestos a regresar a una Europa en guerra. Najdorf y Frydman de Polonia, Czerniak, Winz, Kleinstein y Rauch del equipo palestino, Stahlberg de Suecia, Pelikan y Skalicka de Checoslovaquia (oficialmente, Protectorado de Bohemia y Moravia), Ilmar Raud de Estonia, Endzelins de Letonia, Luckis y Vaitonis de Lituania, Gromer de Francia y varios más, se quedaron en Argentina.
Eric Eliskases en Nooordwijk 1938 

El equipo alemán, al completo, no volvió a su país de origen... Resulta evidente que prefirieron la guerra virtual y sobre el tablero, a la guerra real en un campo de batalla rodeado de trincheras. Si se hubieran encontrado en Alemania, podrían haber sido movilizados: Eliskases contaba 26 años; los tres alemanes de nacimiento estaban entre los 30 y 40; Albert Becker acababa de cumplir los 43. El capitán escribió una carta a los ajedrecistas austriacos explicando la “deserción” del equipo y justificándola por el peligro que
suponía regresar a Europa mientras Inglaterra dominase los mares. Esto era cierto, desde luego. Pero ¿había otros motivos? No parece que estuvieran en contra del pensamiento político que, al menos aparentemente, dominaba en la Gran Alemania...
(Recordemos que el sobreel “Anschluss” fue aprobado con el 99,7% de los votos en Austria y el 99% en
Alemania). En diferentes ocasiones se ha preguntado si eran nazis, y...; Luis Scalise, periodista ya jubilado del diario Clarinresponde a mi pregunta diciendo: “Najdorf, que los conoció bien a todos, me dijo que ninguno era nazi...” Y me indica, a continuación: “Ocurre que el equipo alemán, al ganar el torneo, fue fotografiado con la bandera nazi y esa imagen recorrió el mundo.
 Otro periodista, que además es GM, el holandés Hans Ree, en la nota que escribiera para la web de Chess Café con motivo del fallecimiento de Eliskases (02.02.1997) puntualiza, sin embargo, que: “Albert Becker, capitán austríaco del equipo de "la Gran Alemania" había mostrado claramente su actitud pro-nazi
en tiempos del Anschluss”. Y añade: “En una reciente entrevista aparecida en Schaaknieuws,A.D. de Groot, autor de “Thought and Choice in Chess”, dijo que Michel era el único miembro del equipo que no era pro-nazi y que resultaba molesto por este motivo para el resto de sus compañeros.” (Adrianus Dingeman de
Groot, añadimos nosotros, jugó como tercer tablero del equipo de Holanda en aquella Olimpiada).  Según ha puesto de manifiesto E. Winter en n una de sus Chess Notes, en un editorial de la BCM correspondiente a enero 1946 se decía: ”Nosotros mismos hemos recibido cartas que nos cuentan cómo Eliskases, en uniforme alemán, se pavonea en los clubs de ajedrez de Bélgica y cómo los jugadores belgas, con riesgo de sus vidas, se niegan a jugar con él”. Si non e vero...
En cualquier caso, el problema que se les planteaba a cuantos se quedaron en territorio argentino era cómo subsistir. La vida para un profesional del ajedrez nunca ha sido tarea fácil. En Argentina y en tiempo de guerra, tampoco podía serlo. Aún así, entre los que decidieron no regresar, acaso fuera el grupo de los alemanes quienes gozaran de las condiciones menos desfavorables. Porque... Argentina, que se mantuvo neutral durante gran parte del conflicto bélico, mostró casi siempre simpatía por la Alemania nazi, permitió actuar al espionaje del Eje en el país y, hacia el final de la contienda, aceptó la presencia de refugiados y hasta de criminales de guerra nazis.
Reinhardt tuvo que abandonar temporalmente el ajedrez para tratar de encontrar un empleo con el que atender a sus necesidades. Primero fue promotor de ventas y luego consiguió un puesto como contable en diferentes sociedades alemanas establecidas en Argentina. Finalmente se colocó como Jefe de Contabilidad de Schering Farmacéutica. De Michel sólo sabemos que encontró empleo en la Sanidad. El Dr. Becker había sido Profesor de Filología en la Universidad de Viena y parece que consiguió trabajo gracias a sus conocimientos de Lingüística. Por lo que respecta a Eliskases, obligado como los demás a sobrevivir en un ambiente desconocido, decidió sacar provecho a lo que mejor sabía hacer y dedicó su tiempo a enseñar ajedrez, dar conferencias y exhibiciones de simultáneas, así como a jugar (... y ganar) los torneos para los que conseguía una invitación. De todas formas, nunca anduvo sobrado de dinero. Leonardo Lipiniks, argentino de origen letón, cuenta una anécdota que resulta ilustrativa al respecto: Después de un Torneo Abierto que tuvo lugar en el Club Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires, el Club invitó con un almuerzo a los participantes, entre los que se encontraba Eliskases. Lipiniks se sentó a su izquierda buscando la oportunidad de hablar un poco en alemán. “Como había oído que el GM vivía en Córdoba dedicado no al ajedrez sino al análisis matemático, le pregunté si ello era cierto”, así como los motivos de tal proceder. La respuesta resultó bastante clara: “Durante toda una vida tuve que jugar al ajedrez para poder comer; pero ahora, habiendo recibido una considerable herencia, ya puedo comer sin jugar, por lo que hago lo que a mí me gusta.”
Ludwig Engels

En julio de 1941, Eliskases y Engels acudieron a Brasil para disputar el torneo de Sao Paulo. El primero compartió el triunfo con el argentino Carlos Guimard; el segundo terminó empatado con el polaco Paulino Frydman en los puestos 3º y 4º de la clasificación. Desde entonces, Ludwig Engels se afincó en Brasil (concretamente en Sao Paulo), nunca regresó a su país y consiguió sobrevivir gracias a su trabajo como preparador y entrenador del Clube de Xadrez Sao Paulo.  A pesar de todo, nunca se nacionalizó como brasileño. Cosa que sí hizo Eliskases, quien, después de ganar aquel torneo del año 1941, se estableció en Brasil y consiguió algún dinero enseñando ¡bridge! Amenazado de internamiento y temiendo la expulsión del país, se procuró la nacionalidad brasileña, según he leído. En 1947 consiguió, por fin, un trabajo estable en unos grandes almacenes de una firma alemana radicada en Portalegre,  a lo que añadió luego el cargo de entrenador del equipo de ajedrez de la misma firma.
   En 1951, Eliskases  participó en el Primer Torneo Zonal Sudamericano que se disputó entre Mar del Plata y Buenos Aires. Empatado a puntos con Julio Bolbochán,  primer clasificado, adquirió el derecho a participar, al año siguiente,  en el Interzonal de Saltjosbaden y recibió un premio equivalente a 4.000 francos suizos. Luego fue invitado por ajedrecistas de Córdoba para que se estableciera allí como entrenador. Aunque cuando acudió al Zonal, intervino como “libre” (quiero decir, no adscrito a país alguno), en 1952 ya era ciudadano argentino y dos años más tarde se había casado. En 1976, volvió al Tirol con su mujer y su hijo, pensando establecerse en ese lugar próximo al de su nacimiento; pero poco después tuvo que regresar a Córdoba pues muchas cosas de antaño habían desaparecido y su esposa aguantaba mal los rigores de un clima de montaña.
   También se había casado, en 1947, Enrique Reinhardt. Era el segundo matrimonio que celebraba pues su primera esposa había muerto en Alemania el año 1942, durante un bombardeo. Al igual que Eliskases, tomó parte en el mencionado Zonal Sudamericano de 1951; pero a diferencia de él, lo hizo como argentino de nacionalidad, no se clasificó para el Interzonal y además, sacó poco dinero. Fue, sin duda, el componente del quinteto que menos brilló en el terreno deportivo.  Sin embargo, su afición era tan enorme que cuando falleció en Buenos Aires (con 87 años, de un ataque al corazón) estaba inscrito en un certamen abierto.
Enrique Reinhardt
Participó varias veces en el campeonato nacional. Empatado con Jacobo Bolbochán y Carlos Hugo Maderna, encabezó la clasificación de la edición de 1950, aunque luego sólo hiciera medio punto de las cuatro  partidas del desempate. En la edición de 1956, consiguió esta breve y brillante victoria frente a quien estaría llamado a ser el campeón de aquel año.

Sanguinetti, R. - Reinhardt, E.
Campeonato argentino. Mar del Plata, 1956

1.d4 ¤f6 2.c4 g6 3.¤c3 d5 4.cxd5 ¤xd5 5.g3 ¥g7 6.¥g2 ¤xc3 7.bxc3 c5 8.e3 ¤c6 9.¤e2 £a5 10.0–0 0–0 11.£b3 ¦d8 12.h3
Quitando la casilla g4 al Alfil de las negras.
12...£a6!
Una buena jugada que amenaza el Caballo de e2 y defiende el peón de b7 para dar libertad de movimiento al Alfil de c8.
13.¦e1 ¥e6 14.£a3 ¤a5! 15.¤f4
Defensa indirecta del peón de c5, pues a 15.£xc5 se puede seguir con 15...¤b3.
15...¥c4 16.£xc5? 
16...e5!!
Ahora no es posible 16...¤b3 por motivos obvios: 17.axb3 £xa1 18.£xc4. Sin embargo las negras responden a su adversario con una jugada sorprendente. Entregan un peón para atacar el Caballo y ganar el tiempo necesario para cazar a la Dama enemiga.

El conductor de las blancas decidió abandonar aquí, pues 17.dxe5 ¥f8 18.£c7 ¦ac8 y la Dama no tendría escapatoria.

El nombre del Dr. Becker aparece muy pocas veces en las listas de participantes de los torneos argentinos de la época; y cuando he conseguido encontrarlo se trata de competiciones de modesta categoría. En el Círculo de Vélez Sarsfield ganó, en 1940 y en 1942, el Torneo Social de 1ª categoría. En ese mismo año de 1942, en el 4º Aniversario del Club La Regencia, le entregaron un pergamino por haber cumplido 20 años como maestro de ajedrez y defendió el primer tablero de este club en un encuentro a doble vuelta contra el Círculo italiano de Santa Fe, ganando ambas partidas. Resulta ganador, en septiembre de 1942, de un torneo en el Club Alemán de Belgrano, una competición donde también participaron Michel y Reinhardt... y poco más. Después de la Olimpiada, había abandonado prácticamente el juego de competición. (Resulta difícil encontrar publicadas partidas suyas disputadas en Argentina). En 1953, la FIDE reconoció sus merecimientos y le otorgó el título de MI.
Albert Becker
Fueron las ciudades de Austria y Alemania en las décadas de los 20 y los 30, las que vieron los mejores resultados del Dr. Becker en el tablero. También por entonces ejerció como director de la Wiener Schachzeitung (lo dejó en 1936) y escribió algunos libros sobre torneos, como “Tepliz-Schönau 1922, y “Carlsbad 1929”. Precisamente en este último torneo, liderado por Nimzowitch y donde Becker ocupó una digna quinta posición en la tabla, ocurrió una anécdota curiosa. Antes de iniciarse el torneo, propuso crear un Club de jugadores en el que se integrarían los que perdieran alguna partida con Vera Menchik, tantas veces campeona mundial. Hizo el ridículo, pues él fue el primero que pasó a formar parte del Club.
 
Terminada la Olimpiada, es cierto que la FADA realizó cuanto estaba a su alcance para propiciar la celebración de grandes torneos con los que preparar a la ya pujante generación de figuras argentinas, aprovechando la presencia masiva en su tierra de maestros extranjeros. Y así fue cómo la actividad ajedrecista de Buenos Aires, luego trasladada también a otros lugares, se animó enormemente en los turbulentos tiempos de la Guerra. Pero fue sin duda Mar del Plata la que mejores y más frecuentes ofrecimientos hiciera a los jugadores. Al igual que otras ciudades-balneario de Europa y América, la Perla del Atlántico había buscado con anterioridad la publicidad que da la celebración de un torneo de ajedrez para promocionar la oferta turística de la ciudad y su entorno. En tres ocasiones anteriores (1928, 1934 y 1936) los organizadores habían ofrecido una interesante competición a los jugadores nacionales. A comienzo de los años 40, la Asociación de Propaganda y Fomento de Mar del Plata se propuso realizar esta convocatoria con frecuencia anual. El 15 de marzo de 1941, en los salones del Casino y con la fiscalización de la FADA, dieciocho destacados jugadores de nueve nacionalidades se sentaron para disputar el Magistral. Solamente cuatro eran argentinos; catorce habían disputado la Olimpiada de 1939.
Entre sus “olímpicos” compañeros, sin duda fue Paul (Pablo, cuando se nacionalizó argentino) Michel el más asiduo asistente a las competiciones organizadas en la ciudad balnearia. Si no he contado mal -que no lo creo-  estuvo presente en diez ediciones seguidas: las que se celebraron entre 1941 y 1950. Sus mejores colocaciones las alcanzó en 1943 (fue 3º y Najdorf ganó) y 1944 (3º/4º detrás de Pilnik y Najdorf).
Paul Michel, en Munich 1936

En el torneo correspondiente al año 1943, consiguió vencer en la
brevísima partida que ofrezco a continuación:

Michel, P. – Iliesco, J.
Mar del Plata, 14.10.1943

1.e4 c5 2.¤f3 d6 3.d4 b6? 4.dxc5 bxc5?? 5.£d5
1–0 Las negras pierden una pieza.
 
 La siguiente obra es una buena muestra de sus condiciones para el juego.
Los comentarios se basan en gran medida en las anotaciones de Tartakower y Du Mont en “100 Partidas Magistrales de Ajedrez Moderno”.
Michel, P. - Rossetto, H.
Mar del Plata (1), 1947

1.e4 e5 2.¤f3 ¤c6 3.¥b5 ¤d4
La defensa Bird de la Apertura Española
4.¤xd4 exd4 5.0–0 h5?!
Demasiado aventurero y poco justificado.
6.d3 ¥c5 7.¤d2 c6 8.¥c4 d5 9.¥b3
Quizás 9.exd5 cxd5 10.¦e1+, hubiera sido más preciso.
9...¢f8
Esta es, al menos, una jugada que parece consecuente. Como no puede enrocar mueve su Rey sacándolo de la columna donde podría ser amenazado (ver comentario anterior) con el fin de preservarlo para dar valor al ataque que comenzaría con ...h4.
10.c4!
Con este ataque de flanco, las blancas revitalizan su juego, en vista de que después de 10.¤f3 ¥g4; o de 10.f4 ¤h6; las negras pueden tener esperanzas de una existencia tranquila.
10...dxc3 11.bxc3 ¥g4
Desperdicia mucho tiempo. Debió actuar en consonancia con lo que había preparado: 11...h4 12.d4 ¥e7 13.h3 ¤f6 14.£f3 ¥e6.
12.£c2 ¥e2 13.¦e1 dxe4 14.¤xe4
Desde luego no 14.¦xe2 porque con 14...exd3 , las negras ganan.
14...¥xd3

Las negras han ganado un peón, pero...
 15.£xd3!!
... aquí llega la compensación en forma de un brillante contraataque de las blancas. No es necesario decir que si el instinto nos indica que debe ser así, en cambio no es fácil calcular sus consecuencias sobre el tablero. En estos casos, el jugador que sacrifica suele hacer una valoración de la posición (de ahí su nombre de "sacrificio posicional") y, en este caso, Michel ha estimado favorable para él... ¡y acierta!, como en seguida se verá.
15...£xd3 16.¤xc5
En esta posición se encuentra la clave del sacrificio de las blancas. La Dama negra está atacada, pero debe mantener el control sobre la casilla d7 donde el Caballo blanco amenaza un mate fulminante.
16...£f5 17.¥a3!
Renovando la amenaza.
17...¤h6 18.¦e5!
La Torre es tabú...
18...£g6
Si ahora 18...£h7 , entonces 19.¦ae1 amenazando mate en tres jugadas.
19.¦g5!
Basada en la misma idea que sustentaba la entrega anterior, la Torre consigue arrinconar a la Dama adversaria apartándola de la defensa de su Rey.
19...£h7 20.¤e4+ ¢e8
Está claro que 20...¢g8 21.¤f6++.
21.¦e5+ ¢d8 22.¦e7
Más contundente era 22.¦d1+.
22...¤f5 23.¦d1+ ¢c8 24.¦xf7
Las negras abandonan. 
La principal amenaza consiste en 25.¥e6+ ¢b8 26.¦dd7 ¢c8 27.¦c7+ ¢d8 28.¦fd7+ ¢e8 29.¥f7 mate. Intentar detenerla con 24...¦e8 se responde con 25.¤f6; y en caso de 24...£g6 sigue 25.¦xf5. 

En  1950, Michel vino de nuevo a Europa y participó en algunas competiciones;  pero en 1952 ya estaba otra vez ante las mesas de juego del Torneo anual de Mar del Plata. Esta asiduidad explica, sin duda, que decidiera establecerse allí (¿desde 1963?) dedicándose a la enseñanza. El título de MI le fue concedido en 1956.

Antes de llegar  a Brasil para disputar el torneo de Sao Paulo (julio de 1941) al que nos hemos referido anteriormente,  Ludwig Engels había participado en Mar del Plata (marzo) y Montevideo (mayo). Pero desde que se estableció en Sao Paulo, sus intervenciones en la competición se distanciaron en el tiempo y no encontramos ninguna que realizara fuera del país. La seguridad de su juego le permitió conseguir siempre buenas clasificaciones: en Sao Paulo 1947, se colocó 3º, tras Eliskases y Najdorf; en Recife (julio del mismo año), sólo se le adelantó Eliskases. En 1960, empató 6º/8º en el Zonal de Sao Paulo. A pesar de las peticiones de la Federación Brasileña, la FIDE no le concedió la titulación de MI.

Pasados unos años es fácil comprobar que, exceptuando a Eliskases, los nombres de sus victoriosos compañeros en la VIII Olimpiada, han quedado casi sepultados por el polvo del olvido. Ofreciendo el resultado de mis pesquisas, he tratado de desempolvarlos un poco para, como ajedrecistas, rendírles el homenaje que merece  la indudable calidad de su juego; y como seres humanos, semejantes a nosotros, empujar hacia ellos una corriente de comprensión de sus posibles errores y de solidaridad en la amargura y en los sufrimientos, por los que sin duda pasaron, al ver desde la distancia cómo la muerte y la destrucción iban acabando con su país.


[Event "Mar del Plata"] [Site "?"] [Date "1943.??.??"] [Round "?"] [White "Michel, P."] [Black "Iliesco, J."] [Result "1-0"] [ECO "B53"] [PlyCount "9"] 1. e4 c5 2. Nf3 d6 3. d4 b6 $2 4. dxc5 bxc5 $4 5. Qd5 {[#]} 1-0 [Event "Mar del Plata"] [Site "?"] [Date "1947.??.??"] [Round "?"] [White "Michel, P."] [Black "Rossetto, Hector"] [Result "1-0"] [ECO "C61"] [PlyCount "47"] 1. e4 e5 2. Nf3 Nc6 3. Bb5 Nd4 4. Nxd4 exd4 5. O-O h5 $6 6. d3 Bc5 7. Nd2 c6 8. Bc4 d5 9. Bb3 (9. exd5 cxd5 10. Re1+) 9... Kf8 10. c4 $1 dxc3 11. bxc3 Bg4 ( 11... h4 12. d4 Be7 13. h3 Nf6 14. Qf3 Be6) 12. Qc2 Be2 13. Re1 dxe4 14. Nxe4 ( 14. Rxe2 exd3) 14... Bxd3 {[#]} 15. Qxd3 $3 Qxd3 16. Nxc5 Qf5 17. Ba3 $1 Nh6 18. Re5 $1 Qg6 (18... Qh7 19. Rae1) 19. Rg5 $1 Qh7 20. Ne4+ Ke8 (20... Kg8 21. Nf6#) 21. Re5+ Kd8 22. Re7 (22. Rd1+ $18) 22... Nf5 23. Rd1+ Kc8 24. Rxf7 (24. Rxf7 Re8 (24... Qg6 25. Rxf5 $18) 25. Nf6 Qh8 26. Nxe8 Qxe8 27. Rxf5 $18) 1-0 [Event "Mar del Plata"] [Site "?"] [Date "1958.??.??"] [Round "?"] [White "Sanguinetti, R."] [Black "Reinhardt, E."] [Result "0-1"] [ECO "D71"] [PlyCount "32"] 1. d4 Nf6 2. c4 g6 3. Nc3 d5 4. cxd5 Nxd5 5. g3 Bg7 6. Bg2 Nxc3 7. bxc3 c5 8. e3 Nc6 9. Ne2 Qa5 10. O-O O-O 11. Qb3 Rd8 12. h3 Qa6 $1 13. Re1 Be6 14. Qa3 Na5 $1 15. Nf4 (15. Qxc5 Nb3) 15... Bc4 16. Qxc5 $2 {[#]} e5 $3 (16... Nb3 $2 17. axb3 Qxa1 18. Qxc4) (16... e5 $3 17. dxe5 Bf8 18. Qc7 Rac8) 0-1