1 de marzo de 2005

El Rey de los Sacrificios de Bremen


 Julián Alonso Martín 

(Jaque 43)


Así titulaba Kurt Richter un corto texto incorporado a su libro “JAQUE MATE” que Ediciones Martínez Roca S.A. publicó en nuestro país el año 1970. Desde siempre me ha interesado adentrarme en el conocimiento de estos “pequeños” maestros que, sin embargo, merecieron la atención de personajes significados en la cultura del ajedrez. (Es así como pude acercarme, por ejemplo, a Nezjmetdinov después de los elogiosos comentarios que de él hiciera M. Tahl). En este caso, la sugerencia que para mí suponía tan magnífico título en la pluma del admirado jugador y comentarista -autor de los libros sobre combinaciones más atractivos que jamás hayamos tenido en nuestras manos- no me ha defraudado.

 
Como parece muy apropiado para el ajedrez el aforismo “Por sus obras los conoceréis...”, mi propuesta sobre el personaje, cuyos datos biográficos son escasos y, -para mí- de difícil acceso, va a consistir en ofrecer a vuestra consideración una buena selección de partidas breves ganadas por el Dr. Carl Hartlaub jugador aficionado que, por otro lado, permaneció fiel durante toda su vida a la composición de problemas. Fue esta modalidad del juego del ajedrez en la que empezó antes a destacar y significarse, pues no llegó a ser conocida su habilidad en la partida ¡hasta pasados los cuarenta años!, cuando se le vio participar en algunos torneos oficiales. Y sin embargo, realizó una carrera que a muchos de nosotros, también simples aficionados, nos gustaría repetir.
Ayuntamiento de la ciudad de Bremen donde nació, vivió y murió
el Dr. Hartlaub

Había venido al mundo en Bremen (ciudad situada a unos 100 km al SO de Hamburgo) el 12 de octubre de 1869, casi un año después de los nacimientos de Emanuel Lasker y de Richard Teichmann, ambos de orígen alemán. Fue el gran Lasker, por cierto, la víctima en la partida más antigua de cuantas conozco del Dr. Hartlaub. En su ciudad natal y cuando ya contaba 35 años de edad, Carl tuvo la oportunidad de sentarse ante el tablero para conducir, desde el lado de las blancas, uno de los cotejos que el campeón disputaría simultáneamente contra 32 adversarios.

“Nuestra partida, una Defensa de los Dos Caballos, adquirió pronto un ritmo muy animado. Cuando en su 12º movimiento, Lasker cometió un ligero error (algo que yo no me atrevía a esperar ni en mis más descabellados sueños) sentí espoleadas todas mis energías para tomar ventaja de lo que, estaba seguro, era una posición ganadora. Y en la 20ª jugada cuando anuncié un elegante mate en cuatro, mi regocijo no conocía límites”, escribió nuestro personaje.

Dr. Hartlaub - E. Lasker (simul)
Bremen, 1904

1.e4 e5 2.¥c4 ¤c6 3.¤f3 ¤f6 4.d4 exd4 5.0–0 ¤xe4 6.¦e1 d5 7.¥xd5 £xd5 8.¤c3 £d8 9.¦xe4+ ¥e6 10.¤xd4 ¤xd4 11.¦xd4 £c8 12.¥f4 ¥e7

En sus comentarios post-mortem, Lasker atribuyó su derrota a esta jugada. El entonces campeón mundial se inclinaba por 12...c6 o bien 12...¥c5 . Esta última, sin embargo, hubiera permitido 13.¤d5! provocando complicaciones favorables a las blancas; por ejemplo: 13...¥xd4? (13...0–0 14.¦c4 ¥xd5 15.£xd5 , con mayor dominio del tablero.) 14.¤xc7+ ¢f8 15.£xd4 ganando ya la partida.
13.¤b5 ¥d8 

[Event "Bremen"] [Site "Bremen"] [Date "1904.??.??"] [Round "?"] [White "Dr Hartlaub"] [Black "Lasker, E."] [Result "1-0"] [ECO "C56"] [Annotator " Julian Alonso JP43_01"] 1. e4 e5 2. Bc4 Nc6 3. Nf3 Nf6 4. d4 exd4 5. O-O Nxe4 6. Re1 d5 7. Bxd5 Qxd5 8. Nc3 Qd8 9. Rxe4+ Be6 10. Nxd4 Nxd4 11. Rxd4 Qc8 12. Bf4 Be7 13. Nb5 Bd8 { Diagrama [#]} 14. Rxd8+ Qxd8 15. Nxc7+ Ke7 16. Qe1 Qc8 17. Qb4+ Kf6 18. Qc3+ Ke7 19. Qc5+ Kd8 20. Rd1+ Bd7 21. Ne6+ Ke8 22. Nxg7+ Kd8 23. Bg5+ f6 24. Bxf6# 1-0


14.¦xd8+! £xd8 15.¤xc7+ ¢e7 16.£e1 £c8

Huyendo de la amenaza 17.¤xe6 fxe6 18.¥g5+

17.£b4+ ¢f6

Si 17...¢d7 , se produce un colapso fatal: 18.£d6#; y contra 17...¢d8 , 18.¦d1+ conduce a una posición análoga a la que se vio en la partida. También si 18...¥d7, 19.¤e6+ , seguido de mate.

18.£c3+ ¢e7 19.£c5+ ¢d8 20.¦d1+ ¥d7

Al ver este movimiento las blancas anunciaron mate en 4 jugadas.

21.¤e6+ ¢e8

El sufrimiento se acorta con 21...fxe6 22.¥g5+ ¢e8 23.£e7#

22.¤xg7+ ¢d8 23.¥g5+ f6 24.¥xf6 mate.
¡Debe ser formidable ganar así una partida teniendo enfrente al campeón del mundo!
(Visor con las partidas de la entrada más abajo)

Reproduciremos también una partida que Carl Hartlaub le ganó al otro coetáneo suyo, Richard Teichmann. Fue en Leipzig, 1922: el honorable doctor, tras una arriesgada apertura, puso pronto contra las cuerdas a su rival y con 22 jugadas ya había finalizado la tarea, llevándolo hasta el mate .

Dr. Hartlaub - Teichmann
Leipzig, 1922

1.b4 d5 2.¥b2 f5 3.e3 ¤f6 4.f4 e6 5.¤f3 ¥xb4 6.¤c3 0–0 7.¤g5?! h6 8.h4
En nuestros días es prácticamente imposible ver cosas así sobre el tablero.
¤g4 9.¥d3 hxg5 10.hxg5 c5 11.¤b5
En caso de 11.g6 , las negras deberían continuar con 11...¤h6 (pero no 11...£f6 , debido a 12.¤xd5 £xb2 13.¤e7#)
11...a6 12.¦h7!? 12...¦f7
Posición crítica de la partida. Si las negras se deciden por 12...¢xh7 13.£xg4 ; y si, ahora 13...axb5 (mejor defensa parece 13...¦h8 14.£h5+ ¢g8 15.£g6 d4! , pues las blancas habrían de demostrar la bondad de su ataque. Luego de 16.¤c7 , la respuesta 16...£xc7 , conduce a las tablas: 17.£e8+) 14.£h5+ ¢g8 15.g6 , ganando.
13.g6 ¦f6 14.¢e2 ¦xg6 15.£h1 ¤h6
16.¦xg7+!
El sacrificio que decanta la partida en favor del Blanco.
16...¦xg7 17.£xh6 £e7?
Era preferible 17...d4 18.¦h1 £d5 , contraatacando.
18.¤d6 ¥d7
Una curioso mate podría resultar de 18...¦xg2+? 19.¢f3 ya que tras la mejor respuesta 19...£h7 seguiría 20.£xh7+ ¢xh7 21.¦h1+ ¢g6 22.¢xg2 . Ahora parece que las negras ganan material con 22...c4 ; pero después de 23.¥e2 , no se puede 23...¥xd6?? debido a 24.¥h5+ ¢h7 25.¥f7#
19.¦h1 ¢f8??
Grave error. Después de 19...¦h7! , las blancas se verían obligadas a 20.£g6+ ¦g7 21.£h6 , tablas. Sin embargo, tras la jugada del texto, las blancas anunciaron que darían mate en tres.
20.£h8+ ¦g8 21.£xg8+ ¢xg8 22.¦h8 mate

Una característica del juego que practicaba el Dr. Hartlaub es la abundancia de elegantes movimientos tácticos que consiguió rematar, en muchas ocasiones, con el jaque mortal. Muestra muy clarificadora de su comportamiento ante el tablero es el siguiente enfrentamiento en el que la “generosidad” en la entrega de sus piezas le valió el Premio de Brillantez.

Dr. Hartlaub – V. Benary
Munich, 1911

1.d4 d5 2.c4 e6 3.¤f3 c5 4.e3 ¤c6 5.¤c3 ¤f6 6.a3 ¥d6 7.dxc5 ¥xc5 8.b4 ¥d6 9.¥b2 0–0 10.£c2 dxc4?
Abre la columna d en favor de las blancas.
11.¤g5! g6
Se amenazaba 12.¤d5 exd5 13.¥xf6 ganando la Dama.
12.0–0–0 £e7 13.¦xd6! h6
En caso de 13...£xd6 , las blancas continuarían con 14.¤ce4 ¤xe4 15.¤xe4 £d8 , y ahora 16.¤f6+ conduce a tablas. Las blancas, sin embargo, podrían especular con 16.¥f6 £c7 17.h4 e5 18.h5 ¥f5 19.hxg6 fxg6? (19...¥xg6!) 20.¥xc4+ ¦f7 21.¤g5 ¥xc2 22.¦xh7 y mate a la siguiente
14.h4! hxg5 15.hxg5 ¤h5
Si 15...£xd6, la réplica 16.¤e4! termina de inmediato.
16.¦xh5! gxh5 17.¤d5! exd5 18.¦g6+
Más bella incluso era la continuación: 18.£h7+ ¢xh7 19.¦h6+ ¢g8 20.¦h8#
18...fxg6 19.£xg6+ £g7 20.£xg7 mate.

Aquí tenemos otro caso. Las negras no quisieron aceptar el sacrificio de Dama que el Dr. Hartlaub le propusiera en la 16ª jugada. Pocos movimientos más tarde, sin embargo, se verían obligadas a tomar sucesivamente una Torre, la Dama y un Alfil adversarios sin poder evitar el mate de su Rey.

Dr. Hartlaub - Testa
Bremen, 1912
1.e4 e5 2.d4 exd4 3.c3 dxc3 4.¥c4 cxb2 5.¥xb2 ¥b4+ 6.¤c3 d6 7.¤f3 ¤f6 8.0–0 ¥xc3 9.¥xc3 0–0 10.e5 ¤e4 11.¥b2 ¥g4 12.£d4 ¥xf3 13.gxf3 ¤g5 14.¢h1 ¤xf3 15.£d3 ¤xe5 16.¦g1 £d7?!
La oferta de la Dama no puede aceptarse. Si 16...¤xd3 , el Blanco continúa con 17.¦xg7+ ¢h8 18.¦g8+ ¢xg8 19.¦g1+ y después de 19...£g5 , que no sirve de nada: 20.¦xg5#; Mejor que la del texto era, sin embargo 16...£h4 que obliga a 17.¥xe5 rebajando mucho la fuerza del ataque blanco.
17.£d2 ¤g6? 18.£d4
La del texto también gana. Pero resultaba más contundente 18.¦xg6! , pues si 18...hxg6 19.£d4
18...¤e5
Ya no hay solución
19.¦xg7+! ¢xg7 20.¦g1+ ¢h8 21.£xe5+! dxe5 22.¥xe5+ f6 23.¥xf6+ ¦xf6 24.¦g8 mate.

Menos capacitado se encontraba Carl Hartlaub para afrontar las finezas estratégicas; por lo que, cuando se enfrentaba a fuertes jugadores que le oponían una sólida defensa, su rendimiento no era tan brillante. Con ocasión del 16º Congreso del Círculo de Ajedrez del Bajo Elba celebrado en Hamburgo del 14 al 16 de junio de 1913, se disputó un Torneo de Maestros entre 4 jugadores (H. Süchting, B. Studt, H. Wagner y el Dr. Hartlaub) y no consiguió más que... ¡¡3 derrotas!!. Dos semanas más tarde, Carl Harlaub volvía a tomar parte en un Torneo de Maestros del club de Ajedrez de Oldemburgo y, en el cuadro de clasificación, aparece en lo más alto con cuatro partidas ganadas y una perdida. La única derrota vino de manos de Carl Carls (1880-1958), su principal “enemigo”. Se da la paradoja de que Carls ganó la mayor parte de las partidas disputadas entre ambos; pero en las que se publicaron por entonces, el Dr. Hartlaub “machacaba” a su rival.

El éxito deportivo no era para Carl Hartlaub lo más interesante; él prefería jugar partidas brillantes, con abundantes combinaciones y sacrificios. Conseguía apabullar a sus adversarios con frecuentes ofrendas de material...


Dr. Hartlaub - Feingold
Bremen, 1925

1.d4 f5 2.e4 ¡Gambito!

2...fxe4 3.¤c3 ¤f6 4.¥g5 e6 5.f3 exf3 6.¤xf3 ¥e7 7.¥xf6 ¥xf6 8.¥d3 0–0

El Negro fija demasiado pronto la posición de su Rey.

9.h4 c5? 10.¥xh7+! Sacrificio "de libro".

10...¢f7
El conductor de las negras huye de 10...¢xh7 , debido a que tras 11.¤g5+ todas sus posibles opciones, dejan a las blancas con un ataque ganador:
  1. 11...¢g8 12.£h5;
  2. 11...¥xg5 12.hxg5+ ¢g8 13.£h5;
  3. 11...¢h6 12.£d3 g6 13.h5! .
El problema es que tampoco con la del texto se mejora su futuro.
11.¤e5+ ¥xe5
La mejor respuesta era 11...¢e7 . Ahora el Blanco podía haber anunciado mate en 7 jugadas.
12.£h5+ ¢e7
Mayor resistencia se conseguía con 12...g6 ; pero despues de 13.¥xg6+ ¢e7 , seguiría, como en la partida, 14.¤d5+ etc
13.¤d5+! ¢d6
Si 13...exd5 14.£xe5+ ¢f7 15.0–0+ £f6 16.¦ae1!, una jugada tranquila, y las negras no pueden evitar el mate en la siguiente jugada.
14.£xe5+ ¢c6 15.¤b4+ cxb4
Tras 15...¢b5 con 16.a4+ se llega al mate 2 jugadas más tarde.
16.£c5 mate.

Ahora lo veremos en el lado opuesto del tablero, conduciendo las negras:

Schaaf - Dr. Hartlaub
Bremen, 1907

1.e4 e5 2.f4 d5 ¡Contragambito! 3.exd5 e4 4.£e2 f5 5.d3 ¤f6 6.¤d2 ¥b4
Lo correcto era 6...£xd5 . Con su jugada, las negras quieren provocar al contrario...
7.dxe4 ....
y lo consiguen.
7...¤xe4 8.£b5+ ¢f7 9.£xb4
Ahora el juego está dislocado; y, en estas condiciones, el Dr. Hartlaub se encontraba en su elemento.
9...£h4+ 10.g3 ¤xg3 11.¤gf3 ¦e8+ 12.¢d1?
Con 12.¤e4! las blancas hubieran desarmado todas las baterias del adversario. Pues 12...¦xe4+ se responde con 13.£xe4 fxe4 14.¤xh4 ¤xh1 15.¥g2 , ganando.
12...¤xh1! 13.¥e2?
Es evidente que no podían tomar la Dama por el consiguiente mate de Caballo en f2. Era necesario 13.c3 para dar al Rey una escapatoria. Sin embargo, con la jugada del texto se brinda al adversario un sencillo "mate de la coz".
13...¤f2+ 14.¢e1 ¤d3+ 15.¢d1 £e1+ 16.¤xe1 ¤f2 mate.

[Event "Leipzig"] [Site "?"] [Date "1922.??.??"] [Round "?"] [White "Hartlaub"] [Black "Teichmann"] [Result "1-0"] [ECO "A00"] [Annotator "JP43_02"] [PlyCount "43"] 1. b4 d5 2. Bb2 f5 3. e3 Nf6 4. f4 e6 5. Nf3 Bxb4 6. Nc3 O-O 7. Ng5 h6 8. h4 Ng4 9. Bd3 hxg5 10. hxg5 c5 11. Nb5 Na6 12. Rh7 {Diagrama [#]} Rf7 (12... Kxh7 13. Qxg4 Rh8 14. Qh5+ Kg8 15. Qg6 d4) 13. g6 Rf6 14. Ke2 Rxg6 15. Qh1 Nh6 { Diagrama [#]} 16. Rxg7+ Rxg7 17. Qxh6 Qe7 (17... d4 18. Rh1 Qd5) 18. Nd6 Bd7 ( 18... Rxg2+ 19. Kf3 Qh7 20. Qxh7+ Kxh7 21. Rh1+ Kg6 22. Kxg2 c4 23. Be2 Bxd6 24. Bh5+ Kh7 25. Bf7#) 19. Rh1 Kf8 $4 (19... Rh7 20. Qg6+ Rg7 21. Qh6) 20. Qh8+ Rg8 21. Qxg8+ Kxg8 22. Rh8# 1-0 [Event "Munich"] [Site "?"] [Date "1911.08.18"] [Round "?"] [White "Hartlaub"] [Black "Benary"] [Result "1-0"] [ECO "D40"] [Annotator "JP43_03"] [PlyCount "39"] 1. d4 d5 2. c4 e6 3. Nf3 c5 4. e3 Nc6 5. Nc3 Nf6 6. a3 Bd6 7. dxc5 Bxc5 8. b4 Bd6 9. Bb2 O-O 10. Qc2 dxc4 11. Ng5 g6 12. O-O-O Qe7 {Diagrama [#]} 13. Rxd6 h6 (13... Qxd6 14. Nce4 Nxe4 15. Nxe4 Qd8 16. Bf6 Qc7 17. h4 e5 18. h5 Bf5 $2 19. hxg6 fxg6 $2 20. Bxc4+ Rf7 21. Ng5 Bxc2 22. Rxh7) 14. h4 hxg5 15. hxg5 Nh5 16. Rxh5 gxh5 17. Nd5 exd5 18. Rg6+ (18. Qh7+ Kxh7 19. Rh6+ Kg8 20. Rh8#) 18... fxg6 19. Qxg6+ Qg7 20. Qxg7# 1-0 [Event "Bremen"] [Site "?"] [Date "1912.??.??"] [Round "?"] [White "Hartlaub"] [Black "Testa"] [Result "1-0"] [ECO "C21"] [Annotator "JP43_04"] [PlyCount "47"] 1. e4 e5 2. d4 exd4 3. c3 dxc3 4. Bc4 cxb2 5. Bxb2 Bb4+ 6. Nc3 d6 7. Nf3 Nf6 8. O-O Bxc3 9. Bxc3 O-O 10. e5 Ne4 11. Bb2 Bg4 12. Qd4 Bxf3 13. gxf3 Ng5 14. Kh1 Nxf3 15. Qd3 Nxe5 16. Rg1 Qd7 {Diagrama [#]} (16... Nxd3 17. Rxg7+ Kh8 18. Rg8+ Kxg8 19. Rg1+ Qg5 20. Rxg5#) (16... Qh4) 17. Qd2 Ng6 18. Qd4 (18. Rxg6 hxg6 19. Qd4) 18... Ne5 {Diagrama [#]} 19. Rxg7+ Kxg7 20. Rg1+ Kh8 21. Qxe5+ dxe5 22. Bxe5+ f6 23. Bxf6+ Rxf6 24. Rg8# 1-0 [Event "Bremen"] [Site "?"] [Date "1925.??.??"] [Round "?"] [White "Hartlaub"] [Black "Feingold"] [Result "1-0"] [ECO "A83"] [Annotator "JP43_05"] [PlyCount "31"] 1. d4 f5 2. e4 fxe4 3. Nc3 Nf6 4. Bg5 e6 5. f3 exf3 6. Nxf3 Be7 7. Bxf6 Bxf6 8. Bd3 O-O 9. h4 c5 {Diagrama [#]} 10. Bxh7+ Kf7 (10... Kxh7 11. Ng5+ Kg8 (11... Bxg5 12. hxg5+ Kg8 13. Qh5) (11... Kh6 12. Qd3 g6 13. h5) 12. Qh5) 11. Ne5+ Bxe5 12. Qh5+ Ke7 13. Nd5+ Kd6 (13... exd5 14. Qxe5+ Kf7 15. O-O+ Qf6 16. Rae1) 14. Qxe5+ Kc6 15. Nb4+ cxb4 16. Qc5# 1-0 [Event "Bremen"] [Site "?"] [Date "1907.??.??"] [Round "?"] [White "Schaaf"] [Black "Hartlaub"] [Result "0-1"] [ECO "C32"] [Annotator "JP43_06"] [PlyCount "32"] 1. e4 e5 2. f4 d5 3. exd5 e4 4. Qe2 f5 5. d3 Nf6 6. Nd2 Bb4 7. dxe4 Nxe4 8. Qb5+ Kf7 9. Qxb4 Qh4+ 10. g3 Nxg3 11. Ngf3 Re8+ 12. Kd1 (12. Ne4 Rxe4+ 13. Qxe4 fxe4 14. Nxh4 Nxh1 15. Bg2) 12... Nxh1 {Diagrama [#]} 13. Be2 Nf2+ 14. Ke1 Nd3+ 15. Kd1 Qe1+ 16. Nxe1 Nf2# 0-1
Según F. Gutmayer (que dedicó a Hartlaub un libro), él era todo un señor que solo encontraba placer con el juego de combinación y trataba despectivamente, como decadentes, las finas y muy pensadas maniobras de los jugadores posicionales. Puede ser que muchos lo clasificaran hoy como jugador de café... En tal caso, engrosaría esa multitud de desconocidos u olvidados –cuando no despreciados- por los maestros (?) y que merecen, sin embargo, una mejor consideración en el mundo del ajedrez. La opinión de Kurt Richter siempre ha sido respetable...

El Dr. Hartlaub falleció en Bremen el 17 de mayo de 1929, y estaría hoy totalmente olvidado si no hubiera sido porque un admirador de su estilo se preocupó de reunir en un libro sus partidas y problemas. La obra de F. Michels “Partidas brillantes del Dr. Hartlaub” ha tenido ya más de una edición.